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12, Enero 2021

Conflictos bélicos y la huella en el rumbo de la economía

El mundo volvió a vivenciar un cambio el 24 de febrero con la invasión de Rusia a Ucrania. Las consecuencias que se generaron a partir de este conflicto atraviesan fronteras y se hacen sentir, también, en el área económica.

Getty Images

Rusia y Ucrania son importantes productores de materias primas, desarrollan una gran actividad exportadora así como también mantienen nexos comerciales para la adquisición de diversos productos en todo el mundo. En este sentido, hay ciertos sectores productivos que se están viendo afectados por la situación bélica y su efecto a corto-mediano plazo.

La economía mundial aún no se ha recuperado por completo de la pandemia, y la invasión a Ucrania acrecentó la crisis, además, de su impacto inmediato en la vida de las personas.

En general, los riesgos económicos aumentaron de forma pronuncia­da, la inflación en muchos países ha estado subiendo por desequilibrios entre la oferta y la demanda, los pre­cios de las materias primas como el petróleo, el gas natural, los produc­tos agrícolas y metales se han dispa­rado. Todo ello, provocando proble­mas en el comercio internacional, en las cadenas de abastecimiento, incertidumbre en los mercados fi­nancieros, pérdidas en el PBI global, entre otros.

Debido a la dependencia y a los vínculos de intercambio, princi­palmente de energía y alimentos de origen ruso, muchos países como China, Estados Unidos, Alemania, Francia e Italia podrían verse afec­tados en mayor medida; no así las economías emergentes, que recibi­rán un menor impacto.

Además, entra en juego el rol de los bancos centrales del mundo, para aplicar medidas que ayuden a combatir la creciente inflación y enfrentar una posible desaceleración en la actividad.

Impacto en América Latina

La invasión a territorio ucraniano aumentó el deterioro en las expec­tativas de crecimiento que se difi­cultan aún más por la crisis post pandemia en América Latina. Si bien las consecuencias son varia­das, en términos generales, la suba de precio de los hidrocarburos y otras materias primas benefician a países productores como Venezuela, Brasil, Ecuador, México y Colombia logrando otro protagonismo en el mercado; e impactan de forma des­ favorable en Chile y otras regiones caribeñas por el abastecimiento que estos países en conflictos le brin­dan. Las tensiones inflacionarias afectarán a todos y puede registrar­se un alza en otros productos pri­marios como minerales y alimen­tos. Argentina, al igual que Brasil, tendrá mayores posibilidades para exportar maíz a otros territorios. Brasil y México, las mayores econo­mías de la región, son los países que más exportaciones rusas absorben: fertilizantes, acero, petróleo refinado y las vacunas, fueron los productos más comercializados.

Ucrania y Rusia antes del conflicto

Ucrania es el segundo país europeo más grande en área después de Rusia. A lo largo de los siglos, la historia ucraniana ha estado vinculada a la formación y disolución de civilizaciones, enfrentamientos de naciones, guerras, revoluciones y el renacimiento cultural. Millones de personas se vieron involucradas en el caos de la Primera Guerra Mundial, la catástrofe nuclear de Chernóbil en 1986 con la explotación de un reactor en la planta energética y luego con la Segunda Guerra Mundial entre 1939 y 1945, donde murieron más de 8 millones de personas.

Al igual que Transcaucasia, Rusia y Bielorrusia fueron parte de la Unión Soviética. En 1991 declaró su independencia para construir un estado libre, democrático y so­berano dentro de unas fronteras reconocidas internacionalmente.

Ucrania tiene una población de 44.13 millones de personas. Su gobierno es una democracia parla­mentaria, con tres poderes separa­dos: ejecutivo, legislativo y judicial, siendo Volodímir Oleksándrovich Zelenski el actual presidente y sexto desde su independencia.

Este país de Europa Occidental está dentro de los cinco mayores exportadores de trigo del mundo y es uno de los principales comerciantes de cebada, maíz y aceite de girasol. También, se destaca a nivel global, en la producción de varios minerales metálicos y no metálicos.

Por su parte, Rusia es el país más grande del mundo en superficie. Tiene una cultura de más de mil años y es considerada la mayor superpotencia energética global. Es el principal exportador de energía y de gas del mundo; y tercer productor de petróleo con 9,7 millones de barriles al día. También, se destaca como líder mundial en exportación de trigo.

Al igual que su país vecino, con fronteras por el norte y este, Rusia tiene una historia militar marcada tanto por los desastres como por los triunfos: la Revolución Bolchevique, los uniformes del KGB, la Segunda Guerra Mundial en plena transformación de la nación con un nuevo régimen y la invasión de Alemania para conquistar la URSS.

Graves consecuencias demográ­ficas y económicas para un país que tuvo el mayor número de muertos durante el conflicto; para continuar entre 1947 y 1991 con el enfrentamiento entre Estados Unidos, la Unión Soviética y sus aliados en la conocida Guerra Fría. Son algunas de las imágenes y he­chos más icónicos.

Actualmente, Rusia, presidida por Vladímir Putin, es una República Federal constituida por ochenta y nueve entes autonómicos, Repúblicas Federadas, territorios y distritos.

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