Techo de cristal: el requerimiento salarial de las mujeres es 20% más bajo que el de los hombres.

Datos recopilados por la periodista Luciana Peker, indican que si un empleador contrata a una postulante con el salario requerido ($ 78.190) y a un postulante con el suyo ($ 94.491), la mujer termina perdiendo $195.612 sólo en el primer año de trabajo. “Hay que hacerse valer y no sólo romper el techo de cristal, también salir del propio techo de lata que achata los sueños y los números que demandan para ser contratadas” comenta Peker.

La investigación también demostró que aún existen condicionamientos internos y externos relacionados con la cultura, el trabajo, la economía y otros que disminuyen la autoconfianza y ambición de las trabajadoras. “El resultado de todo esto es un empobrecimiento del género que tiene efectos concretos en la vida de las mujeres”. Además, la necesidad de querer acceder a un trabajo seguro hace que pidan cifras más bajas con tal de ser contratadas, es el caso de madres solas o jefas de hogar que sostienen la economía doméstica.

En los puestos más elevados, los hombres asumen que valen un 35.3 % más que ellas, que asumen que valen 3 veces menos aún cuando logran ascender a lugares de mayor jerarquía y responsabilidad. “Sería mejor que las mujeres se den coraje y puedan apreciar su valor para que las empresas se lo paguen” finaliza Peker.