12, Enero 2021
Mujeres, ciencia y estereotipos de género
La desigualdad de género, como en muchos otros espacios y a pesar de los avances, está presente en el ámbito científico. Desde temprana edad, las niñas y adolescentes
se encuentran en desventaja y enfrentan barreras (socioeconómicas, culturales y
profesionales) que obstaculizan su participación en el campo de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (CTIM o STEM, por sus siglas en inglés).
Si bien América Latina es la región donde existe la mayor proporción de investigadoras a nivel mundial, aún se evidencian prejuicios en este sentido, principalmente relacionados con el acceso a los puestos de liderazgo y de toma de decisión por parte del género femenino. Lo que ocurre es que, a causa de la masculinización de estos campos de estudio y de trabajo, el desempeño e intervención de muchas mujeres se encuentra invisibilizado, o bien, poco reconocido, predominando así el logro de los varones.
Según el informe mundial de la UNESCO titulado “Descifrar el código: La educación de las niñas y las mujeres en ciencias, tecnologías, ingeniería y matemáticas (CTIM)”, sólo el 35% de los y las estudiantes de la educación superior CTIM son mujeres y sólo el 3% de las que cursan estudios en este ámbito eligen carreras vinculadas con las tecnologías de la información y la comunicación. Además de ser inferior la participación femenina, el estudio revela que la tasa de deserción es especialmente alta, ya que las mujeres abandonan en forma desproporcionada durante sus estudios, durante la transición al mundo del trabajo e incluso en el transcurso de su trayectoria profesional.
A causa de la masculinización de estos campos de estudio y de trabajo, el desempeño de las mujeres se encuentra invisibilizado, o bien, poco reconocido.
Una de las posibles causas, las mujeres se encuentran también condicionadas por el tiempo que les dedican a las tareas de cuidado que, en relación con los hombres, en promedio, es el doble.
A pesar de las cifras, el panorama actual no es absolutamente desesperanzador. En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 11 de febrero como el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, un reconocimiento al desempeño de las mujeres en esta disciplina.
A partir de aquí, diversas entidades (públicas y privadas) trabajan en la eliminación de brechas mediante la implementación de políticas -educativas, de inserción laboral y culturales, con perspectiva de género, de cuidado y corresponsabilidad- enfocadas en el empoderamiento de las mujeres, incentivando su participación plena y equitativa en el campo de la ciencia y la investigación.