Saludablemente

12, Enero 2021

“Sonarse” los dedos de las manos, ¿hace bien?  

Sonarse los dedos de la mano

Ese pequeño crujido que escuchamos al “sonarnos” los dedos, es una acción común. Para algunos, es un hábito casi inconsciente; para otros, una práctica relajante. Pero, ¿qué está realmente sucediendo cuando lo hacemos? ¿Es perjudicial o inofensivo? 

Cuando nos sonamos los dedos, lo que realmente estamos haciendo es “estirar” las articulaciones, lo que aumenta el espacio dentro de la cápsula articular. Este espacio adicional permite que el gas disuelto en el líquido sinovial (el líquido lubricante de las articulaciones) forme pequeñas burbujas. El sonido característico proviene de la ruptura rápida de estas burbujas, un fenómeno conocido como cavitación.

El crujido de las articulaciones puede provocar una gran variedad de reacciones, desde escalofríos hasta satisfacción. A pesar de su mala reputación, entender la mecánica que hay detrás de esta práctica puede explicar por qué es tan gratificante para algunos.

Durante mucho tiempo, ha existido la creencia de que sonarse los dedos podría causar artritis u otros problemas en las articulaciones. Sin embargo, la ciencia no ha encontrado evidencia sólida para respaldar esta afirmación. 

Un estudio famoso realizado por el Dr. Donald Unger, quien se sonó los dedos de una mano durante más de 60 años mientras dejaba la otra mano intacta, no encontró diferencias en la salud de las articulaciones de ambas manos. Este experimento le valió al Dr. Unger un premio Ig Nobel en 2009.

Algunas consideraciones importantes

Sonarse los dedos tampoco tiene beneficios directos para la salud, pero muchas personas encuentran una sensación de alivio o relajación momentánea. 

Aunque sonarse los dedos no parece causar daño a largo plazo, es importante hacerlo de manera moderada. En algunos casos, una fuerza excesiva al estirar las articulaciones podría causar daños en los ligamentos o en la propia articulación, especialmente si ya existe una condición previa.

Como cualquier hábito, la moderación es clave. Si sientes dolor al hacerlo o notas alguna molestia persistente, lo mejor es consultar a un médico para asegurarte de que todo esté en orden. Y vos, ¿ya te sonaste los nudillos hoy?

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