Saludablemente

12, Enero 2021

Potenciá tu inteligencia con estos hobbies

Participar en un hobby implica sumergirse en una actividad por el simple placer de hacerlo, sin expectativas de productividad o aprendizaje específico. Este acto de recreación desempeña un papel crucial en la vida, proporcionando un escape necesario de la rutina diaria, del trabajo y de las responsabilidades, contribuyendo así a preservar la vitalidad y la motivación.

Los beneficios positivos de los hobbies van más allá de la simple diversión. Resolver problemas con creatividad y manejar el estrés de manera más efectiva son algunas de las consecuencias positivas destacadas. La ciencia respalda la idea de que las mentes más brillantes y creativas suelen tener hábitos que despiertan la sorpresa en el cerebro.

Los hobbies ofrecen un terreno propicio para descubrir talentos y habilidades poco cultivadas en la rutina diaria, así como para explorar y desarrollar gustos personales. Se dividen en diversas categorías:

  • Actividades corporales, ya sea de forma individual o en equipo, realizadas por el simple placer de competir o explorar nuevos entornos. Ejemplos incluyen jugar al fútbol, andar en bicicleta o practicar alpinismo.
  • Hobbies intelectuales: actividades sedentarias que requieren el uso de las facultades mentales. Engloba opciones como jugar juegos de mesa, sumergirse en la literatura o disfrutar de películas que estimulan la mente.
  • Hobbies de precisión: actividades que demandan destreza fina, uso preciso de los dedos y una alta concentración. Entre estas se encuentran el modelismo, la pintura o la jardinería, donde la atención al detalle es esencial.
  • Hobbies sociales o de intercambio: actividades que implican la interacción con otras personas y la habilidad de negociación. Ejemplos abarcan el coleccionismo o el aprendizaje de idiomas.

La exploración de nuevos horizontes, entendida como desafíos y estímulos motivadores, se presenta como la mejor manera para que el cerebro aprenda, recuerde y consolide conocimientos. Salir de la zona de confort, abandonar esos lugares considerados seguros pero limitados en términos de desarrollo cerebral, se vuelve esencial para expandir los límites impuestos por la mente.

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