Saludablemente

12, Enero 2021

Consejos para llevar una vida sana

Hay actividades que contribuyen a mantener una rutina que impacta positivamente en nuestra salud.

Preguntarse qué estilo de vida queremos seguir es una buena manera de comenzar a modificar acciones que nos perjudican. Hay hábitos que podemos incorporar para comenzar a llevar una vida sana:

  1. Tomar conciencia sobre riesgos cardiovasculares

Ciertos factores genéticos no se pueden modificar pero hay otros que sí. La presión arterial elevada aumenta el riesgo de padecer infarto o accidente isquémico cerebral. Por eso, controlar la obesidad y el sobrepeso, el colesterol y la diabetes resulta fundamental para reducir peligros relacionados al funcionamiento cardíaco.

  1. Elegir comida saludable

La cantidad es tan importante como la calidad de lo que comemos. La “dieta mediterránea” disminuye las probabilidades de problemas en el corazón. Se la denomina así por ser un conjunto de hábitos que siguen los habitantes de regiones mediterráneas que se caracterizan por: elevado consumo de frutas, verduras, frutos secos, semillas y legumbres; predominio de consumo de pescado por sobre la carne; utilización de aceite de oliva en vez de vegetales; consumo de ajo, cebolla, perejil, hierbas y condimentos para reemplazar la sal (para cuantificar la cantidad que utilizamos debemos tener en cuenta que una cucharada sopera al ras o un blister de una aspirina de 500 mg equivale a 1 gramo de sal); y como bebida preferida: el agua.

  1. Dejar de fumar

Además de que aumenta el riesgo de padecer cáncer, el cigarrillo puede ocasionar problemas en las arterias de las piernas y la aorta abdominal. Por eso, el beneficio de abandonarlo es progresivo: a los tres meses, el riesgo de sufrir un paro cardíaco disminuye y, a los 15 años, ese riesgo es igual al de una persona que no fuma.

  1. Realizar actividad física

Se sugiere realizar de 30 a 45 minutos de actividad física aeróbica: trotar, caminar, nadar, bailar (3 o 4 veces por semana). Antes de comenzar una actividad de este estilo, un chequeo médico previo es recomendable para evaluar si estamos aptos para ello.

  1. Controlar periódicamente nuestra salud

De forma anual, siempre evaluar en qué estado clínico nos encontramos para establecer y reforzar conductas preventivas.

Compartilo en: