Saludablemente

12, Enero 2021

Cuidado, alérgicos: se acerca la primavera

Con la llegada del polen y las variaciones en las velocidades de los vientos, el sistema inmune de muchas personas se ve en peligro. Algunas recomendaciones para sobrellevar esta época.

A diez días del inicio de la tercera estación del año, ya comienzan a sentirse otras temperaturas. Con los días más calurosos, el sol mostrando otra faceta y el cielo despejado, florecen las actividades al aire libre: pícnics, caminatas, deportes en exteriores, son solo algunas de las protagonistas de estos meses primaverales.

Sin embargo, en esta época, la presencia del viento que transporta los pólenes de los árboles (plátanos, fresnos, ligustros, sauces) que polinizan en esta fecha, puede convertirse en un verdadero enemigo para las personas alérgicas. 

Los pólenes son muy livianos y en los días ventosos pueden desplazarse hasta varios metros de distancia. Asimismo, ante la presencia de ráfagas intensas, los frutos de los árboles caen al piso y explotan por choque osmótico, liberando sustancias bioactivas, azúcares, lípidos y hormonas.

En los alérgicos, estas sustancias invaden el sistema inmunológico, desencadenando crisis de alergia y los síntomas cuando no son controlados comprometen la calidad de vida.

Las recomendaciones (sobre todo para los días ventosos):

  • Utilizar anteojos.
  • Usar barbijos o tapabocas.
  • Evitar la actividad al aire libre los días en que la intensidad del viento sea mayor.
  • Al regresar de la calle, se sugiere bañarse, lavar el cabello y cambiarse la ropa.
  • Evitar secar la ropa al aire libre.
  • Ventilar los ambientes con prudencia.

Por otro lado, un órgano muy sensible e importante que debemos resguardar o cuidar en esta época del año es la piel. Con el aumento en la temperatura y las actividades al aire libre, la ropa que utilizamos estila ser más liviana y la exposición de nuestra piel aumenta. 

En las personas con piel sensible o que padecen de alergias cutáneas, dermatitis atópicas y rosácea, entre otras alteraciones, la piel por efecto del viento y el estrés puede irritarse aún más. Para evitarlo o morigerar los efectos negativos, se recomienda: aumentar la hidratación, utilizar protector solar y renovarlo cada dos horas, una dieta balanceada y el uso de cremas específicas que potencien las capas protectoras de la piel y fomenten la regeneración de la misma.

Nuestra piel necesita de cuidados permanentes durante todo el año, pero es en primavera cuando recomendamos afianzar estos cuidados para que la llegada del verano encuentre una piel ya preparada a la exposición más intensa de los rayos solares.

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