12, Enero 2021
Día Mundial contra la Hepatitis: cómo prevenirla y detectarla
El Día Mundial contra la Hepatitis se conmemora cada 28 de julio en honor al nacimiento del Premio Nobel Baruch Blumberg, descubridor del virus de la hepatitis B y desarrollador de su vacuna. Cuáles son los síntomas de esta enfermedad y cómo se puede prevenir.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede causar una serie de problemas de salud como daño hepático, insuficiencia hepática o incluso cáncer de hígado. Es una enfermedad responsable de altos niveles de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.
Las cepas de los tipos B y C son la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis hepática, cáncer y hepatitis viral.
La transmisión del virus es sanguínea. La mayoría de las infecciones se producen por exposición a la sangre debido a prácticas de inyección o de atención de salud poco seguras, transfusiones de sangre sin analizar o el consumo de drogas inyectables.
¿Qué tipos de hepatitis son prevenibles?
Los tipos de hepatitis A y B pueden prevenirse mediante vacunas, que forman parte del Calendario Nacional de Vacunación. Sin embargo, no existe la vacuna contra la hepatitis C.
¿Qué síntomas pueden presentarse?
Aunque en la mayoría de los casos las hepatitis no producen síntomas, es probable que aparezcan algunos como dolor o distensión en la zona abdominal, orina turbia y deposiciones de color arcilla o pálidas, fatiga, fiebre baja, picazón, coloración amarillenta de la piel o los ojos, falta de apetito, náuseas y vómitos y pérdida de peso.
¿Cómo detectar la hepatitis?
Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las veces la enfermedad pasa inadvertida y para diagnosticarla es necesario un análisis de sangre.
Entonces, ¿cuándo hay que consultar? Existen situaciones de riesgo ante las cuales se puede solicitar el examen de laboratorio para detectar infecciones por hepatitis B o C:
- Haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo.
- Convivir con alguna persona que tiene hepatitis B o C.
- Tener o haber tenido alguna infección de transmisión sexual.
- Haber realizado hemodiálisis.
- Haber compartido elementos en el consumo de drogas inyectables e inhalatorias.
- Tener VIH, para evaluar una posible coinfección.