Saludablemente

12, Enero 2021

Tener un buen círculo de amistades impacta en la salud física y emocional

Las relaciones amistosas positivas generan bienestar y esto es cada vez más comprobado por estudios e investigaciones.

Fuera de la familia, los buenos amigos suelen representar un sostén importante para cada persona y, cuando ese círculo falla, también impacta. Según un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad de California, los vínculos sociales que se tornan negativos están relacionados con una mayor actividad inflamatoria en el cuerpo. Así mismo lo demostró la Universidad de Carnegie Mellon: una presión arterial elevada, sobre todo en mujeres, también es consecuencia de relaciones amistosas conflictivas.

Nuestro estado de ánimo depende de nuestros vínculos sociales. Fuente: Getty

El ser humano, según el psicoanálisis, tiene acceso a la salud psíquica y emocional en la medida que puede vincularse con aquellos que tienen más cosas en común. Su estado de ánimo suele ser más estable. Claro que no todo es ideal, aunque somos empáticos y solidarios, también se atraviesan situaciones indeseadas que incluyen la rivalidad, la envidia o la competencia y esto se ve con mayor claridad durante la adolescencia.

Los amigos y amigas permiten establecer lazos “de hermandad”, es decir, de amor y, a la vez, rispideces. El otro nos ayuda a pensar, a compartir un territorio simbólico que contribuye al bienestar subjetivo. La “identificación” es necesaria para sentirnos parte, para experimentar esa sensación de acompañamiento que muchas veces nos relaja y nos revitaliza.

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