Lactancia materna: Una responsabilidad compartida.

La semana de la lactancia materna se celebra del 1 al 7 de Agosto y desde el año 1992, a partir de una propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF con el objetivo de fomentar, respetar y concientizar sobre los beneficios de esta práctica y la importancia de sostener el vínculo que genera para el bebé, la mamá y el entorno familiar.

Este año, nuevamente, se ha emitido la declaración de ambas organizaciones, en la que refuerzan su mensaje: “La iniciación de la lactancia materna desde la primera hora del nacimiento, seguida de la lactancia materna exclusiva durante seis meses y la continuación de la lactancia materna hasta los dos años o más, ofrecen una sólida línea de defensa contra todas las formas de malnutrición infantil, incluidas la emaciación y la obesidad”. 

En esta oportunidad, el lema con el que se complementa es el de“Proteger la lactancia materna: Una responsabilidad compartida”. Desde Vida y Salud, entrevistamos al Dr. Lucas Vainstub, médico pediatra para conversar sobre esta mirada que apunta a la lactancia respetada.   

“La lactancia es una responsabilidad compartida, por muchas partes: lo primero el deseo de la mamá de amamantar, su pareja si la tuviese, la familia y el entorno médico, que puede incluir al profesional médico obstetra, pediatra, la partera, los enfermeros/as, y la institución donde va a nacer ese bebé. Lo ideal, y lo que se debe hacer, es respetar el tiempo y las necesidades de la mamá y el bebe a través de la teta como vínculo”.

En ese sentido, la lactancia no debe ser entendida como responsabilidad únicamente de la persona que amamanta y se debe promover la igualdad de derechos entre géneros, personas con capacidad de gestar y acompañantes.

El Doctor Vainstub nos amplía, “el papá debe estar presente, si lo desea, nunca hay que obligar. Pero es fundamental que el papá aporte ese apoyo que necesita el binomio mamá-bebe a través del pecho materno. Es fundamental el rol del papá como apoyo, sobre todo las primeras horas del nacimiento. Y después para fomentar y continuar ese vínculo”.

Para poder sostener la lactancia es necesario el acompañamiento de todo el entorno. A su vez, los ámbitos de trabajo deben adecuarse y propiciar ambientes que contribuyan a esta tarea. “Dentro de las posibilidades, existen aquellas mamás que por cuestiones médicas, laborales o por deseo no pueden o no quieren amamantar. Hay que respetar tanto a la mujer que desea dar la teta, como a la que no lo desea. Y el médico pediatra tiene que acompañar y asesorar, pero la decisión final depende de la mamá y de su entorno”, comenta el Dr.

Una práctica beneficiosa 

La leche tiene y aporta todos los nutrientes que el bebé necesita para tener un desarrollo óptimo. “No hay alimento mejor que la leche de la mamá para los primeros 6 meses de vida”, refuerza el Doctor.

“Se recomienda la lactancia exclusiva hasta los 6 meses, sin aporte de otro elemento, ni sólido, ni semisólidos, ni agua. La leche está formada por un 90% de agua y el resto por otros elementos, por lo que ni siquiera es necesario darle agua al bebé”.

Tal es así, que no es necesario incorporar vitaminas o suplementos. “Desde la Sociedad Argentina de Pediatría se recomienda el suplemento de hierro a todos los bebés, a partir de los 3 meses, y para los bebés que son prematuros, según el grado hay que darles desde que nacen. Un dato a tener en cuenta es que si bien la cantidad de hierro que aporta la teta es baja, es de calidad óptima”. 

Lo que se brinda a través de la leche materna es lo que el bebé necesita para sus primeros meses de vida. Y si bien se sugiere extender hasta los 2 años de vida o más,  “hay que seguir hasta que lo decidan entre ambos”. Nuevamente el pediatra nos recuerda que amamantar es un acto de amor, en el que son varios los involucrados, por lo que la decisión de continuar o suspender se recomienda que también sea compartida.

Compartimos la entrevista completa en nuestra redes sociales, mirá: https://bit.ly/3rRT5eS