Santiago Bilinkis: “Lo que hay que tener es una mentalidad de exploración constante”

La llegada de internet 2.0 modificó la esfera de las relaciones humanas, ¿está preparada nuestra educación para abordar los nuevos paradigmas de conocimiento?

“La educación ha cambiado muy poco en comparación a otras áreas. Ni internet, ni la inteligencia artificial, ni ninguna de las tecnologías más avanzadas han transformado la experiencia educativa. Quizás lo más interesante que pasó, haya sido la experiencia forzada de las clases virtuales a partir del COVID-19 que, obviamente, tuvieron un nivel muy desparejo según las escuelas, según los docentes, según las provincias, pero que nos obligó a hacer muchísimos cambios. Uno no quiere hacer cambios tan profundos de un minuto para el otro, de manera imprevista, sin planificación, sin infraestructura, pero sí que nos forzó a hacer cambios y algunos de estos fueron positivos”.

¿Es posible que la figura del docente tal como la conocimos deje de existir?

“En algún sentido ya está pasando. La educación estaba basada en una enorme asimetría entre un adulto que sabía todo y niños que no sabían nada. Y ese modelo de docente ya dejó de existir porque en todas las cosas vinculadas a la tecnología los chicos saben más que los adultos. Y esa ruptura no es un dato menor, porque la autoridad de los docentes fue construida alrededor de esa asimetría”.

 Así como la educación, también se modificó la esfera laboral, ¿cuáles son las transformaciones inmediatas que están sucediendo en las compañías?

“Todas las compañías están viendo que se viene un cambio gigante, que el mundo se está digitalizando a pasos agigantados y la mayoría está medio desesperada porque ni la cultura, ni el perfil de las personas que componen las organizaciones están ajustadas al mundo actual. El desafío que tienen, justamente, es ayudar a la mayoría de las personas a cruzar ese puente hacia la transformación, con una cultura más dinámica, más propensa al cambio”.

“La clave para mí es la relación que las organizaciones hoy tienen con el error. La mayoría de las empresas cuando algo sale mal, rápidamente buscan identificar al culpable y, a partir de ahí, se genera una dinámica muy engranada en la cultura de las organizaciones de minimización del error. Y no existe la innovación sin error porque la gran mayoría delas innovaciones no funcionan. Lo que hay que tener es una mentalidad de exploración constante que, hoy, no solo las compañías no promueven, sino que en el fondo persiguen”.