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12, Enero 2021

Caminar hacia atrás: una tendencia que (no) nos hace retroceder

Si creías haberlo visto todo en el mundo del ejercicio, prepárate para girar 180 grados, literalmente. Caminar hacia atrás, una práctica que parece sacada de una escena de comedia, está ganando popularidad y, aunque parezca algo extraño, tiene más beneficios de los que imaginás.

Caminar hacia atrás

Caminar hacia atrás se practica desde hace siglos en algunas culturas asiáticas, donde se considera una forma de mejorar el equilibrio y la coordinación.

En el ámbito deportivo y de rehabilitación, también ha sido utilizada durante años para fortalecer músculos específicos y reducir el impacto en las articulaciones. Ahora, está volviendo a captar la atención del público general, y no solo de los atletas.

Beneficios de caminar en reversa

“De reversa mami, de reversa”, invitaba la canción popular de “El Símbolo”. Ya en los 2000 la banda nos invitaba a bailar hacia atrás. Este movimiento aparentemente poco convencional, conocido como marcha atrás, está ganando adeptos por mejorar el equilibrio, fortalecer músculos poco utilizados e incluso agudizar la función cognitiva.

Mayor activación muscular: Al moverte en sentido contrario al habitual, trabajás músculos que rara vez usás, especialmente en las pantorrillas y los músculos de la parte baja de la espalda.

Mejora del equilibrio y la coordinación: Al cambiar la carga mecánica del cuerpo se desafía al cerebro. Se requiere una mayor concentración y ajuste del cuerpo, y tu cerebro y sistema nervioso se ven obligados a afinar su conexión. También mejora la conciencia espacial.

Menos impacto en las articulaciones: Ideal para quienes tienen problemas en las rodillas, ya que reduce la presión en comparación con caminar hacia adelante.

Quema más calorías: Debido al esfuerzo extra que implica, podés quemar hasta un 30% más de calorías en la misma distancia.

Refuerzo cognitivo: Estudios han demostrado que actividades como esta pueden ayudar a mejorar la memoria y la agilidad mental.

¿Cómo hacerlo sin parecer un extra de película de terror?

Si bien caminar hacia atrás puede parecer una tarea sencilla, hacerlo sin riesgos requiere ciertos cuidados, porque trae el peligro de tropezar con nosotros mismos. 

Para empezar elegí un terreno seguro, superficies planas o la cinta de caminar. Empezá despacio para dominar la técnica. En el gimnasio, ajustar la velocidad de una caminadora puede ser una buena forma de practicar sin preocuparte por los obstáculos. 

Ya estás listo para probar esta nueva tendencia. Cualquier duda, consulta con tu médico de confianza o el profe del gimnasio.

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