Día Mundial de la Obesidad

El 4 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, una fecha que nos invita a reflexionar sobre uno de los mayores desafíos de salud pública que enfrenta el mundo en la actualidad. La elección del día también es un llamado a la acción.

La obesidad no solo afecta la calidad de vida de millones de personas, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar otro tipo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer.

La obesidad resulta de una combinación de factores genéticos, ambientales, socioeconómicos y comportamentales. Es por eso que abordar este tema requiere una acción coordinada a nivel global que involucre a gobiernos, organizaciones de salud, la industria alimentaria, la sociedad civil y los individuos.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) “las tasas de sobrepeso y obesidad se han triplicado en la región en los últimos 50 años, y estas afecciones afectan actualmente al 62,5% de la población, la prevalencia regional más alta del mundo”.

Y según información proporcionada por Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del Ministerio de Salud, “el 41% de los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años tienen sobrepeso y obesidad en Argentina en una proporción de 20,7% y 20,4% respectivamente”.

Para hacer frente a la creciente tendencia de la obesidad en las Américas, la OPS trabaja con los países en la aplicación de estrategias probadas para prevenir y reducir el problema. Entre ellas se incluyen:

• Proteger, fomentar y apoyar la lactancia materna, que reduce en un 13% el riesgo de sobrepeso y obesidad infantil;
• Mejorar la nutrición y fomentar la actividad física en centros preescolares y escolares;
• Establecer impuestos sobre las bebidas azucaradas y regular la comercialización de alimentos procesados y ultraprocesados;
• Desarrollar acciones intersectoriales de promoción, vigilancia, investigación y evaluación de la salud.

En este día mundial es crucial reforzar la importancia de adoptar hábitos de vida saludables, incluyendo una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico.

Body positive

También es fundamental fomentar una cultura Body Positive, que promueva la aceptación y el respeto hacia todos los cuerpos. La inclusión de este enfoque en nuestras conversaciones sobre salud y bienestar es esencial para garantizar que todas las personas se sientan valoradas y dignas de cuidado. Implica respetar el cuerpo por lo que es, ampliando los estándares hegemónicos de la sociedad.