Miriam Mayorga: “Quiero ser parte de la historia del fútbol femenino en Argentina”

Miriam Mayorga juega como defensora y es una de las integrantes de la Selección Argentina en el Mundial de Fútbol Femenino que se está desarrollando en Australia y Nueva Zelanda.

Su relación con la pelota empezó en su barrio de Bariloche, donde compartía tardes con sus primos y amigos jugando al fútbol; siguió por los clubes de futsal locales, hasta que en 2012 un entrenador la vio en un torneo y le propuso sumarse a UAI Urquiza, uno de los equipos más competitivos del país.

Todo lo que vendría después superaría cualquier ideal imaginable: Miriam fue ocho veces campeona a nivel nacional (cuatro con UAI Urquiza y cuatro con Boca), disputó el Mundial de Francia en 2019 con Argentina y en 2022 jugó la final de la Copa Libertadores con el equipo Xeneize. Como si todo esto fuera poco, también se recibió de médica en la Universidad Abierta Interamericana.

En Vida y Salud charlamos acerca de su vida, de su recorrido profesional y de lo que pretende lograr junto con la Selección Argentina en la cita mundialista: “Quiero ser parte de la historia del fútbol femenino en Argentina”.

Miriam, sos futbolista profesional y también médica, ¿son pasiones que traés desde chica?

Ser futbolista y médica no era algo que estuviera en mis planes en mi infancia, simplemente jugaba al fútbol por diversión. Y la medicina, como en Bariloche no había, no estaba a mi alcance para estudiarla, solamente era algo que admiraba.

Cuando jugabas al fútbol en Bariloche, ¿lo hacías pensando que podía llegar este presente?

Jugar al fútbol era lo que esperaba hacer todas las tardes y los fines de semana. En el barrio tenía amigos y primos de mi edad y era nuestra forma de divertirnos, como con cualquier otro juego. La verdad, nunca pensé que iba a llegar la actualidad que me toca vivir.

Cuando te fuiste a Buenos Aires para jugar en UAI Urquiza, ¿cómo por qué elegiste estudiar medicina al mismo tiempo?

Cuando me ofrecieron ir a UAI Urquiza, que recientemente había salido campeón por primera vez, el entrenador me dijo que me podían becar en una carrera a elección de la Universidad Abierta Interamericana. Enseguida me fijé y tenía medicina, y esas fueron las dos razones por las que me fui a Buenos Aires: para retomar los estudios, con muchos miedos por delante, y en paralelo tenía el desafío de jugar en un equipo de primera y empezar a adaptarme a una ciudad, un clima y un campo de juego totalmente distintos.

¿Qué importancia tuvo tu familia para que te animes a dar ese paso?

Mi familia ha sido el empuje que necesitaba y lo sigue siendo el día de hoy. Era una decisión muy difícil dejar todo en Bariloche, incluso un trabajo muy bien pago que me estaba permitiendo construir mi casa. Fueron ellos los que me dieron el empujón más grande de decirme “andá, probá, y si las cosas no funcionan, podés volver”.

Si te hubieras quedado en Bariloche, ¿a qué te habrías dedicado?

Realmente no sé qué pasaría hoy si todavía estuviera en Bariloche, creo que no habría estudiado. Seguramente estaría trabajando porque, como en muchos lugares del interior, cuando las posibilidades de estudiar son pocas, el único recurso que queda es buscar un trabajo.

En Argentina el fútbol femenino es profesional desde 2019, ¿qué derechos creés que todavía debe conquistar la disciplina?

Más que nada creo que hay cuestiones sociales que todavía no están bien vistas. Si bien se ha crecido desde 2019, que coincidió con el año del Mundial femenino de Francia y mucha gente siguió a la Selección Argentina, todavía hay personas que piensan que el fútbol no es para mujeres, que no lo hacemos bien o que nos debemos dedicar a otra cosa. Creo que esos pensamientos son los que tenemos que derribar.

En algunas entrevistas mencionaste que tus compañeras de equipo te dicen “Doc”, “Doctora” o te tratan de “usted”, ¿cómo te definirías vos hoy? ¿Sos una futbolista profesional que estudió medicina o una médica que juega al fútbol?

Creo que hoy soy una futbolista que estudió medicina y que terminó la primera parte. Si bien significó un montón para mí, porque fueron seis años muy duros de carrera, todavía me queda lo mejor y lo que se conoce como la real formación de una médica, que es la residencia. Me estoy preparando porque extraño bastante practicar la medicina.

¿Qué objetivo tienen como equipo en este mundial?

El objetivo principal es ganar un partido. Tal vez para algunas selecciones sea muy poco, pero para nosotras significa un montón porque nunca se logró.

Llegaste a la Selección, a un club grande como Boca y además ganaste varios títulos, ¿te quedan sueños por cumplir en el fútbol?

No sé si tuve suerte o qué, porque creo que una construye mucho con el trabajo y el sacrificio, pero pude lograr cosas que cuando era chica me parecían inalcanzables. Sería un sueño ser parte de la historia del fútbol femenino en Argentina.

¡También conociste a Messi y a Marta! ¿Cómo fueron esos encuentros?

Haber conocido a Messi fue un regalo del cielo. Fue un momento de muchas emociones por su sencillez, su humildad y todo lo que transmite. Es un privilegio para mí tener una foto con él, todavía es mi foto de perfil en WhatsApp y cuando la veo me sigo emocionando.

A Marta (NdR: Marta Vieira Da Silva, premiada seis veces como mejor jugadora del mundo por la FIFA, máxima goleadora histórica de la Selección Brasileña y de la Copa Mundial Femenina) la conocí en una fecha FIFA cuando jugamos un cuadrangular en Estados Unidos. Es muy simpática y muy buena persona, creo que eso habla de las grandes jugadoras, no solo de lo que son profesionalmente, sino de su calidez humana.

¿Te cambió un poco la vida el reconocimiento que te dio el fútbol?

No sé si me ha cambiado la vida, pero sí soy consciente de que hoy, como muchas compañeras, somos la cara del fútbol femenino. Sabemos que tenemos que hacer las cosas de la mejor manera porque así es como se incentiva a las más chicas.

A mí me pasó que desde chica nunca tuve una mujer a la cual seguir porque no había información. Que las chicas hoy tengan una idea de a dónde quieren llegar o de todo lo que falta superar, creo que es muy bueno. Ese es nuestro trabajo, mostrarles el camino y seguir derribando murallas para que ellas sigan creciendo.

¿Por qué es tan especial el fútbol para vos?

No sé si podría definirlo en una palabra. Hoy vivo del fútbol y nunca me lo imaginé. Es pasión, es emoción, es adrenalina. Amo la competencia, la preparación, la previa de un partido, la felicidad de ganar algo y las tristezas también. Creo que eso es lo que hace lindo al deporte.

Según la Asociación Femenina de Fútbol Argentino, alrededor de un millón de mujeres juegan al fútbol hoy en en el país. ¿Qué podrías decirles a las niñas y jóvenes que aspiran a una carrera profesional?

Que disfruten de los momentos y de las personas que conocen, que traten de aprender de cada sugerencia de un entrenador, una entrenadora o una compañera. Y que luchen por sus sueños, nada va a ser fácil y puede haber un montón de tropezones, pero hay que levantarse, hay que sacrificar mucho, hay que ser muy responsable y, sobre todo, trabajar duro.

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