12, Enero 2021
Una nueva forma de habitar
Alternativas sustentables que permiten pensar en hogares más amigables con el medio ambiente y construidos en tiempo récord.
¿Quién no ha jugado en la infancia a armar casas apilando cajas o ladrillitos? Este juego desde hace algún tiempo forma parte de la realidad y es una de las opciones con las que están trabajando gran cantidad de arquitectos en Argentina. Las casas modulares son tendencia y están reemplazando las clásicas construcciones realizadas con ladrillos. El material base de las casas modulares son los contenedores marítimos que, por su tamaño, se transforman hasta convertirse en espacios que se pueden habitar en tiempo récord.
Las ventajas
Construir casas a partir de contenedores ofrece la posibilidad de disponer de una base esencial: piso, pared y techo. Gracias a este punto de partida y la implementación de tecnologías aplicadas a la construcción en seco, en muchos casos es posible contar con una construcción habitable en menos de dos meses.
Entre las ventajas que más sobresalen de este tipo de viviendas, está la posibilidad de instalarse en cualquier sitio, ya que tienen un tamaño aproximado de 30 metros cuadrados que se puede llegar a dividir en varios bloques si la zona a la que se quiere acceder es montañosa y dificulta el ingreso de algunos transportes. La instalación se realiza gracias a la implementación de equipos de grúas, que ubican la vivienda sobre pilares o cimientos de cemento construidos en el terreno. Estas bases actúan de plataforma que aísla de la humedad al container por completo.
Al tratarse de un elemento que se diseñó pensando en el traslado de cargas en condiciones extremas, la resistencia de las estructuras es notable. Gracias a esta característica los contenedores se pueden apilar uno sobre otro para crear diferentes diseños y desarrollar nuevos ambientes dentro del hogar.
Al ser tendencia desde hace un tiempo debieron atravesar diversas evaluaciones hasta demostrar que cumplen con todos los requisitos y normas vigentes relacionada al código de edificación vigente. De esta forma sólo es necesario la creatividad al momento de sumar nuevos materiales como revestimientos en madera, hormigón, placas de yeso y pinturas, para lograr que la casa pierda el aspecto de un contenedor y se transforme poco a poco en un hogar.
La segunda oportunidad
Como elemento de transporte los contenedores tienen una vida útil y una vez transcurrida la misma, deben ser descartados. Por este motivo se calcula que alrededor del mundo actualmente se encuentran en desuso aproximadamente 30 millones de contenedores que podrían transformarse y generar dos soluciones a problemáticas: por un lado, son una oportunidad de contar con una vivienda para familias que no pueden acceder a una vivienda propia debido a los costos de la construcción tradicional.
Se calcula que alrededor del mundo actualmente se encuentran en desuso aproximadamente 30 millones de contenedores que podrían transformarse.
Por otro lado, la implementación de containers para elaborar casas es una gran oportunidad de reducir el impacto ambiental, no sólo por la implementación de un elemento que había sido desechado sino porque también la transformación en el terreno es muy baja: la ubicación de los módulos se puede adecuar por ejemplo, a la ubicación de árboles que se encuentran en la propiedad evitando así la alteración del espacio natural.
De la mano con este tema, los hogares construidos a partir de los contenedores se adaptan sin inconvenientes a la implementación de tecnologías sustentables tales como paneles solares o recolección de agua de lluvia. Además, gracias a la posibilidad de instalarse con facilidad, es posible analizar dentro del terreno cuestiones relacionadas al clima o la posición del sol, lo que permitirá adaptar las instalaciones para reducir notablemente el consumo de electricidad o calefacción.
Quinchos, viviendas familiares, casas de fin de semana y hasta locales comerciales: todo es ajustable a las necesidades de las personas que habitarán este tipo de construcciones gracias a la flexibilidad del material.