Saludablemente

12, Enero 2021

Cómo actuar frente a una crisis de nervios

A raíz del incidente que sufrió la diputada Marcela Pagano el día de ayer, la siguiente nota busca echar luz sobre cómo desenvolverse ante episodios emocionales de este tipo.

En la vida cotidiana, nos encontramos con situaciones que pueden desencadenar picos de estrés que se vuelven incontrolables y pueden llevarnos a sufrir las denominadas “crisis de nervios”. Es fundamental comprender cómo actuar con empatía y eficacia cuando alguien atraviesa una situación de este estilo, entender qué le está pasando y actuar de una manera comprensiva. 

En este artículo, exploraremos estrategias prácticas para brindar apoyo y contención en estos momentos difíciles.

¿Qué es una crisis de nervios?

Este episodio emocional puede manifestarse de diversas formas, como ataques de pánico, llanto incontrolable, respiración agitada o sensación de desesperación. Generalmente, está asociada con un aumento repentino del estrés o ansiedad que la persona no puede manejar.

Como siempre, calma

Es crucial mantener la calma y serenidad cuando alguien está experimentando una crisis de nervios. Tu actitud tranquila puede ayudar a la persona a sentirse más segura y comprendida.

Es momento de escuchar activamente

Practicá la escucha activa, mostrando interés genuino en lo que la persona está experimentando. Si el momento lo permite, podés hacer preguntas abiertas y permitir que la persona se exprese libremente sin interrupciones.

Validá sus sentimientos

En este punto, lo fundamental es reconocer la legitimidad de su experiencia emocional, por más que te cueste comprenderla. Evitá minimizar sus emociones o juzgar su reacción.

El apoyo emocional es vital

Expresá empatía y solidaridad, mostrando tu disposición para acompañar a la persona durante este momento difícil. Ayudá a crear un ambiente tranquilo y seguro donde la persona pueda relajarse y sentirse protegida. Si es posible, retirá cualquier estímulo estresante o abrumador del entorno.

Ofrecé ayuda práctica

En este paso, buscar ayuda profesional, contactar a un ser querido, fomentar la respiración profunda o algo tan simple como ofrecer un vaso de agua pueden ser igual de efectivos según el caso. No descartes ninguna posibilidad.

Enfrentar una crisis de nervios puede resultar desafiante tanto para la persona que la experimenta como para quienes la rodean. Con empatía, comprensión y proactividad, podemos brindar un apoyo significativo y contribuir a sobrellevar estos episodios de la mejor manera posible.

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