Cómo actuar ante un golpe de calor

Un golpe de calor se produce cuando la temperatura del cuerpo aumenta rápidamente y no conseguimos bajarla. Puede suponer un riesgo para la vida de la persona afectada si provoca daños en el cerebro y otros órganos vitales.

Por eso, más allá de las medidas preventivas que podamos tomar, saber cómo actuar una vez que detectamos agotamiento por calor en otra persona puede hacer una gran diferencia.

Cómo actuar ante un golpe de calor

En primer lugar, llamar inmediatamente al servicio de emergencias.

Mientras se espera la atención médica, es fundamental refrescar a la persona afectada como se pueda y de manera progresiva, nunca bruscamente. Estas son algunas recomendaciones:

• Colocar a la persona en una bañera o darle varias duchas, comenzando con agua templada y luego ir enfriándola. 
• Llevarla a un lugar fresco y colocarla en posición semisentada para favorecer la respiración.
• Quitarle la ropa gruesa o ajustada y refrescar la piel progresivamente, por ejemplo, con paños húmedos en la frente, la nuca y el cuello.
• Darle de beber agua en pequeños sorbos.
• Si no se recupera o pierde el conocimiento, recostarla con las piernas flexionadas y llamar de inmediato a emergencias.

Cómo detectar un golpe de calor

Los principales síntomas de agotamiento por calor incluyen:

• Fiebre superior a 40 grados.
• Sudoración excesiva.
• Piel enrojecida, caliente y seca.
• Cambios en el estado mental: confusión, agitación o balbuceo.
• Náuseas y vómitos.
• Mareos.
• Fatiga.
• Desmayos.
• Pulso acelerado.
• Dolor de cabeza.