Ianina Zanazzi: “Ser una referente es difícil, pero trae muchas satisfacciones”

Ianina Zanazzi tiene 41 años y es la máxima exponente femenina del automovilismo argentino. Su camino a la cima empezó a finales de los ‘90, cuando con 17 años, marcó un hito al triunfar en la Fórmula Súper Renault en Río Cuarto (1999) y convertirse en la primera piloto en ganarle una carrera a hombres.

Actualmente compite en la Clase 3 del Turismo Nacional, trabaja con Porsche, es instructora de manejo, emprendedora, comentarista y madre. “Hay mucha historia por seguir escribiendo y es lo que quiero hacer”, comenta en esta charla en la que repasa las claves que la llevaron a conseguir el éxito y que todavía la mantienen vigente en el profesionalismo.

En 2004 te retiraste y volviste en 2018, ¿qué te hizo tomar esa decisión?

“Mientras no competí, durante 7 años gerencié un concesionario que fue número 1 en ventas, pero no pasaba por ahí mi felicidad. En 2018 me propusieron correr en la Copa Porsche, en un formato muy compatible con ser mamá porque yo iba con el casco, me sentaba y manejaba, y la categoría se ocupaba del mantenimiento y la logística, que llevan mucho tiempo. Entonces decidí volver a correr.

El desafío era muy grande porque quería volver en buen nivel y no estar última. A pesar de los miedos, me guié por mi pasión, sentí que tenía que volver a apostar y ese año me convertí en la primera mujer en el mundo en ganar una carrera y un campeonato con Porsche. Fue un premio al esfuerzo y a elegir todos los días ser protagonista, por eso recuerdo tanto ese año de mi vuelta”.

Como la primera piloto campeona en Argentina, ¿considerás que sos una referente?

“En 1999 gané en la Fórmula Súper Renault y me convertí en la primera mujer en la historia en ganar una carrera de autos, pero yo no fui a buscar eso. Creo que sin quererlo me volví una referente y empecé a ver lo lindo que es inspirar a otras personas. 

Por un lado, eso te obliga a ser todavía más responsable y comprometida porque hay mucha gente que sigue tu ejemplo para motivarse. Por el otro, te toca la parte más difícil porque tenés que ir abriendo caminos y rompiendo con un montón de cosas, como los prejuicios que hay sobre las mujeres en el automovilismo. Se hace complicado, pero me da mucha felicidad sentir que aporté algo positivo a la vida de las personas y trato de que eso me dé fuerzas para seguir por ese camino, que es difícil pero trae muchas satisfacciones”.

¿Cómo te preparás físicamente para competir?

“La preparación física es terrible, creo que la gente no se da una idea de lo que entrena un piloto para manejar a nivel profesional. Todos los días hago actividad física, practico karting y tengo entrenamiento con un ingeniero en un simulador a escala real. Además, trabajo con una psicóloga para poder manejar la presión y las frustraciones, ya que uno tiene que identificar cuáles son esas debilidades y trabajarlas para poder superarlas. En una carrera tenés que ir tomando decisiones en milésimas de segundo, mientras vas al límite y con las pulsaciones altas, y todo eso se entrena”.

¿Es importante la mentalidad durante una carrera?

“Es fundamental. Puede ser que dispongas del mejor auto o del mejor equipo, pero si en la pista no estás concentrado y con la cabeza limpia, no lo vas a poder aprovechar. Es muy importante adquirir herramientas que permitan enfocarse, uno gana cuando se da ese conjunto, por eso es fundamental no quitarle importancia a la parte mental. Si eso no está, todo lo otro no sirve”.

¿El automovilismo es un ambiente restrictivo para las mujeres?

“Sí, siento que no miden a la mujer con la misma vara y no ponen en contexto las cosas, aunque creo que tiene que ver con algo más social y sobre todo de la gente más grande. Yo misma tuve que ir rompiendo esos prejuicios porque cuando arranqué, si bien disfrutaba estar en el taller y subirme a un auto, nunca contemplé la posibilidad de correr. Hoy hay que trabajar mucho en eso, hay que entender que las cosas llevan un proceso y que una mujer necesita desarrollar su talento al igual que lo hacen otros pilotos.

La Fórmula 1, por ejemplo, dejó de usar promotoras y hoy hay mujeres que empezaron a destacarse en puestos muy estratégicos; la persona que coachea a Lewis Hamilton es una mujer, en el equipo Red Bull una mujer es jefa de estrategia, hay un montón de ejemplos. Y acá eso no sucede, estaría bueno que las categorías revean esas cosas y le den a la mujer la oportunidad de ocupar lugares más valiosos. Que siga habiendo promotoras es un ejemplo de que no evolucionamos en nada”.

¿Te dijeron alguna vez que no ibas a llegar por ser mujer?

“¡Cantidad de veces! Pero siempre fui muy transgresora en ese sentido y me guié más por lo que siento que por lo que me dicen. De hecho, me ha pasado que no me han querido probar por ser mujer, pero decidí no tomarlo como algo personal y ver cómo podía superar ese obstáculo utilizando la creatividad.

Es duro cuando te dicen que no, pero está en cada uno ver si hacemos caso a eso o a lo que sentimos. Si lo que elegiste es tu pasión, te va a impulsar a seguir adelante”.

¿Cuáles son tus próximos proyectos con los autos?

“Hoy tengo proyectos para ir a competir al exterior porque a nivel nacional encuentro muchas trabas y siento que molesta que una mujer crezca y se destaque. Hace poquitos meses fui a probar un GP2, que es el auto previo a la Fórmula 1. Fue una prueba excelente y el equipo confirmó las ganas de tenerme en un proyecto para ir a competir a Le Mans. Hay mucha historia por seguir escribiendo y es lo que quiero hacer”.