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12, Enero 2021

Connie Ballarini: “Para mí el humor realmente es salud”

La actriz, comediante, podcaster y youtuber atraviesa un presente más que exitoso. Con los pies sobre la tierra, se muestra conectada al 100% con su profesión, consciente de lo importante que es hacer reír y poder divertirse.

Revisar las fechas de presentaciones de los próximos shows de Connie Ballarini es una constante aparición del cartel “agotado”. Así fue el 2023 y, a juzgar por la agenda, también puede augurarse que lo será el 2024. La actriz y comediante disfruta de un presente cargado de trabajo, con funciones en todo el país y también en el exterior, y un merecido reconocimiento masivo. En una charla con Vida & Salud se la ve auténtica, agradecida y hasta se reconoce incrédula en muchas ocasiones con respecto a su actualidad.

El humor y hacer reír forman parte de su esencia y no solo se nota en los shows, sino que también lo adoptó como bandera. “Creo que después de la pandemia nos dimos cuenta, o al menos yo, de que la risa es saludable. De lo necesario que es para nuestra salud reírse”, remarca.

Artista multifacética, imprime naturalidad y carisma sea cual sea el proyecto, como en programas radiales de los que participó, o el más reciente podcast “Correo no deseado” (que conduce junto a Malena Guinzburg). Actualmente se luce tanto con su unipersonal de stand up “Connie Ballarini”, como con “Las chicas de la culpa”, el grupo teatral que conformó con las colegas Natalia Carulias, Fernanda Metilli y Malena Guinzburg, y que confirma su éxito en cada presentación.

El trabajo, el esfuerzo y el éxito

Si bien exhibe reconocimiento y constantes funciones agotadas, el éxito no es algo que haga marear a Connie Ballarini. Por el contrario, admite que no proyectaba semejante presente y hasta le cuesta creerlo. “Creo que no soy muy consciente, y quiero ser inconsciente porque me da mucho miedo y ansiedad pensarlo”, dice.

“Sé lo difícil que es porque vengo laburando de esto hace años, de estar volanteando y decir: ‘si no hay más de 10 personas no se hace la función’, o ‘esperá que cae mi mamá con un par de amigos’”, agrega al recordar sus inicios.

En esa línea, se muestra muy agradecida con el público. “Entiendo lo
complicado que es, más hoy en día con la crisis que vivimos, que la gente cuida su peso. Elegir gastar su dinero en pasar una noche, divertirse y jugar conmigo, es muy impresionante”
, sostiene.

“Puede pasar que en una función se la pase genial aunque sea con una energía un poco más baja. Pero yo siempre espero los mensajes de ‘me fui con dolor de mandíbula’”

Talentosa y muy autoexigente, la actriz nacida en Banfield, provincia de Buenos Aires, admite que también lucha con el famoso síndrome del impostor, la dificultad de reconocer la valía o el logro propio como tal.

“Es algo que he hablado muchas veces en terapia. Siempre aparece el ‘uy, se van a dar cuenta’”, bromea.

“A veces creo que me paso de mambo, porque le pongo tanto a cada función, que siento como si fuera un examen. Cada presentación la siento única, porque realmente lo es, y le doy mucha importancia a eso. Pero también tengo que aprender a que mi valor no esté tanto en el afuera, porque todos somos humanos y nos pasan cosas”, se explaya.

“Puede pasar que en una función no haya carcajadas zarpadas y sin embargo se la pase genial, aunque sea con una energía un poco más baja. Pero yo siempre espero los mensajes de ‘me fui con dolor de mandíbula’, ese es el mejor elogio”, ejemplifica.

Qué es el humor en la vida de Connie Ballarini

Hacer reír puede considerarse un arte aparte. Principalmente si se tiene en cuenta la naturalidad que requiere tanto el locutor como el interlocutor para que la fórmula dé resultado. Eso Connie lo entiende a la perfección ya que la risa forma parte de una filosofía de vida que adoptó.

“Hago humor con las cosas que me están afectando o tocando en ese momento de la vida. Es ser honesta con lo que me pasa”, explica sobre cómo encara las temáticas a la hora de armar una rutina o contenido.

Esa autenticidad o conexión también se refleja en otros aspectos, según relata. “Es muy loco porque me cambia la energía completamente. Yo he pensado que no podía subirme al escenario en momentos determinados de mi vida, y sin embargo no fue así”, asegura. “Te doy un ejemplo. Hace poco estaba en el camarín, a menos de una hora de salir a la función y me escribe mi hermano diciéndome que había fallecido mi tío. Y yo le tenía que comunicar a mi mamá que se le había muerto un hermano”, relata.

“No sabía si podría subir, pero hay algo arriba del escenario que es mágico, es como un mundo paralelo. Estás tan conectado con el presente que todo el resto desaparece”, se sincera. “Me agarró culpa también, por pensar en reírme mientras estaba mal, pero justamente creo que el aprendizaje es ese: podés estar pasando un momento horrible pero regalate una hora de carcajadas y te hace muy bien”, reflexiona.

“Para mí el humor realmente es salud. La gente necesita olvidarse un rato de los problemas, y poder sacarle una sonrisa, para mí es un montón”

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