Saludablemente

12, Enero 2021

Las uñas hablan de tu salud

Las uñas de las manos y los pies pueden darte información muy importante sobre tu salud. Si cambian de dureza, color, forma o presentan lesiones anormales, prestá atención ya que son indicios sobre trastornos como estrés, falta de hierro y psoriasis. 

Alteraciones más comunes

Cambios en la lúnula (media luna situada en la unión entre la raíz de la uña y la piel del dedo): si advertís un cambio de tamaño o color, es importante que consultes a un médico. Por ejemplo, si la lúnula se extiende casi hasta el final de la uña, haciendo que la mayor parte de ella sea de color blanco, podría indicar cirrosis, insuficiencia renal crónica o insuficiencia cardíaca congestiva. Una decoloración marrón puede ser una señal de que hay demasiado flúor en el organismo.

Falta de crecimiento o son quebradizas: si esto ocurre, es un indicio de que a tu cuerpo le falta vitamina B12, que se encuentra en la mayoría de los alimentos de origen animal. Además, puede ocurrir por envejecimiento, falta de zinc o hierro, exposición prolongada al esmalte, uso de productos de limpieza sin guantes. 

Manchas de color marrón o amarillento: la decoloración amarilla de las uñas puede ser un indicio de hongos. Además, es común que se visualice este color en personas con bronquitis crónica u otras enfermedades pulmonares. 

La uña se vuelve negra: se trata de un hematoma subungueal que surge como consecuencia de una herida. Puede ser inofensiva y se mantiene hasta que la uña vuelve a crecer. 

Presencia de puntos blanquecinos en la lágrima ungueal (capa de queratina que protege el dorso de los extremos distales de los dedos): si bien no requiere de mayor preocupación, indica muchas veces la falta de calcio.

Uñas con grietas o quebradizas en la parte delantera: señala la deficiencia de biotina, una vitamina que se encuentra en alimentos como soja, avena o productos lácteos.

Líneas en las uñas: las llamadas “líneas de Beau” son surcos o hendiduras que cruzan la uña de lado a lado. Se generan porque el crecimiento de la uña se interrumpió por algún motivo, como por ejemplo un golpe fuerte en el dedo, o por enfermedades no controladas como la diabetes.

Compartilo en: