12, Enero 2021
La tecnología aplicada a la salud sigue avanzando
Historias clínicas digitales, telemedicina, atención robotizada, y mucho más. La medicina está viviendo, en los últimos años, un acelerado proceso de transformación que parece no tener techo. En esta nota, un nuevo ejemplo de lo que nos espera en el futuro.
Los avances de la ciencia no dejan de sorprendernos diariamente, llegando incluso a engañar a la propia naturaleza. En este caso, un proyecto revolucionario podría ser la clave para revertir la situación de los bebés prematuros que nacen antes de la semana 26, la mitad de los cuales no sobreviven y el resto puede quedar con graves secuelas.
Éste es el caso de la placenta artificial, un desarrollo que permitiría alojar a los prematuros dentro de una cápsula traslúcida conectada a un sistema de circulación extracorpórea que imita al líquido amniótico. Este sistema aseguraría tanto el aislamiento de estímulos exteriores al feto como el monitoreo remoto en tiempo real sin que sea invasivo.
El centro clínico BCNatal de Barcelona comenzó a trabajar hace tres años con el objetivo de replicar artificialmente las condiciones de vida intrauterina, con los aportes de sangre, oxígeno y nutrientes habituales a través de la placenta y el cordón umbilical. En conjunto con los hospitales Clinic y Sant Joan de Déu, se desarrolló un prototipo de placenta artificial que brindó en tres oportunidades 12 días de supervivencia a animales y en varias llegó a nueve días. Llegar a las tres o cuatro semanas es la meta que se han propuesto, y los alentadores resultados confirman la viabilidad del prototipo.
El proceso de transición debe ser muy rápido antes del nacimiento del bebé para que no comience a respirar por sí, no se cierre el cordón umbilical con la baja de temperatura que plantea la salida y pueda así continuar creciendo en el medio líquido artificial. Hasta hoy, se ha trabajado con 50 ejemplares de fetos de ovejas que por similitud de tamaño, sistema cardiovascular y pulmonar, son asimilables a los humanos.
Eduard Gratacós, director del BCNatal y alma mater de la iniciativa que involucra a un equipo de más de 65 personas, explicó que se estima contar con esta novedosa alternativa para uso compasivo en humanos en menos de cinco años, luego de los ensayos clínicos correspondientes. Mientras tanto, estudios similares avanzan también en Estados Unidos, Japón y Australia. En el Hospital Pediátrico de Filadelfia, por ejemplo, se creó un útero artificial que fue presentado en la Revista Nature Communications en 2018, también probado con ovejas prematuras, que consiguió mantenerlas con vida por 28 días.
No obstante, emular a la naturaleza en aras de una mayor supervivencia perinatal presupone también sentar directrices sólidas, garantizar seguridad extrema y desarrollar un encuadre bioético acorde ante las nuevas y revolucionarias posibilidades. Es a partir de este punto que debe insistirse también en la importancia de atender debidamente la salud maternal con el fin de reducir los riesgos de partos prematuros.