Saludablemente

12, Enero 2021

“Vapear”: estudios sobre los líquidos vaporizados confirman su toxicidad para los pulmones

Difundida en los últimos años como una alternativa al cigarrillo de tabaco tradicional, esta práctica novedosa se ha demostrado que produce efectos nocivos para nuestra salud, asociados con una peor función pulmonar.

Recientemente, un estudio de la Universidad de Pittsburgh, EEUU, que fue publicado en el portal especializado Respiratory Research, indicó que agregar sabor a menta a los líquidos de los cigarrillos electrónicos produce más partículas de vapor, lo que se asocia con una peor función pulmonar en quienes los utilizan.

Los expertos utilizaron un sistema robótico especialmente diseñado que emula la mecánica de la respiración humana y el comportamiento de vapear para demostrar que los líquidos para cigarrillos electrónicos que contienen mentol, disponibles en el mercado, producen una cantidad mayor de micropartículas tóxicas que aquellos sin mentol.

Según informes, en 2022, aproximadamente 2,5 millones de jóvenes en EE. UU. informaron haber fumado cigarrillos electrónicos.

Además, se llevó a cabo un análisis en los registros de pacientes de un grupo de fumadores de cigarrillos electrónicos, en el cual se encontró que aquellos que utilizaban líquidos de vapeo con mentol tenían una función pulmonar más deficiente y respiraban menos profundamente en comparación con los que no utilizaban este sabor. Estos resultados se mantuvieron independientemente de factores como la edad, el género, la raza, la cantidad de años fumando y el uso de productos de vapeo con nicotina o cannabis.

Un mercado en crecimiento

La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) sigue alertando a los fabricantes de tabaco sobre la necesidad de eliminar el mentol de los productos de tabaco para desalentar a los jóvenes a fumar y reducir las muertes evitables. Sin embargo, a nivel mundial, el mercado de los productos de vapeo sigue en aumento y los sabores de menta y mentol siguen siendo muy populares entre los jóvenes. Según informes, en 2022, aproximadamente 2,5 millones de jóvenes en EE. UU. informaron haber fumado cigarrillos electrónicos.

Debido a que las pruebas de toxicidad convencionales suelen tardar semanas o meses en producir datos clínicamente relevantes y de alta calidad, los organismos reguladores enfrentan dificultades para mantenerse actualizados y probar la seguridad de los productos de manera oportuna. Esto se debe a que estas pruebas se basan en animales o células vivas cultivadas en superficies planas.

Una de las conclusiones en las que el estudio de la Universidad de Pittsburgh más énfasis hace es en lo perjudicial que es inhalar cualquier tipo de sustancia, sea sintética o de origen natural, para nuestro cuerpo, tanto para la capacidad pulmonar, el correcto desempeño de las actividades diarias y el bienestar general. Sumado a lo que expone esta investigación, y a que el tabaquismo es la principal causa evitable de muerte en todo el mundo, los profesionales detrás de este estudio señalan la importancia de dejar de fumar por completo o proponerse este desafío antes de acudir a productos alternativos o medidas paliativas.

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