12, Enero 2021
Reinventando el futuro: madera plástica
Convertir residuos en productos que promueven el cuidado del medio ambiente y el desarrollo de la economía circular es uno de los objetivos que tiene Madera Plástica Mendoza.
Desde hace algunos años el reciclaje es un tema que impuso agenda, por la importancia de la tarea y la situación de contaminación ambiental que se agrava con el paso de los años. El plástico es una problemática que afecta a todos los países del mundo, por el gran nivel de desechos que existen elaborados en este material.
Una de las formas que se encontraron de reciclar estos residuos es la madera plástica, un material de alta resistencia que reduce produce un gran ahorro ambiental desde dos aspectos: “por un lado permite que se recuperen plásticos de difícil disposición que nadie recupera como los flexibles de un solo uso o los envases fitosanitarios y por otro lado se reduce notablemente el tema de la tala de árboles, ya que se está evitando el uso de la madera” nos indica Leonardo Cano, uno de los socios fundadores de MPM: Madera Plástica Mendoza, una empresa dedicada a la producción de este material.
Leonardo nos cuenta además que hace un par de años MPM realizó un estudio de ciclo de vida de los postes que se utilizan en los viñedos junto a Fernando Arce, becario del CONICET. En ese momento compararon cual era el impacto ambiental de hacer postes de plástico con residuos plásticos en relación a los postes de madera y descubrieron que el ahorro ambiental es tan alto que representaría un 22% sobre el 100% de postes utilizados en un determinado periodo de tiempo. Sumado a esto, aclara que “el poste plástico además, dura hasta 10 veces más”, se reciclan 1.5 toneladas de residuos por día, y se reutiliza el equivalente a lo que producen 10.000 personas por día; por lo que el impacto es aún superior.
La economía circular no solo propone un gran impacto ambiental sino también un impacto a nivel social, promoviendo que las personas sean conscientes de los desechos que producen y cómo pueden hacer su aporte para recuperar el material y darle un nuevo uso. Poder ver cómo se transforma el empaque desechado en “un mueble o una mesita tiene un impacto de promotor de la economía circular que es altísimo” señala Cano.
Una de las tareas fundamentales que tiene MPM según lo indicado por sus propios socios: “tiene que ver de forma directa con promover y facilitar alianzas entre diferentes empresas, ONGs y municipios, que le permite juntar la mayor cantidad de plástico y sobre todo plastico de “difícil disposición” y transformarlo en algo que reemplace el uso de la madera”. La red de intercambios establecida con industrias relacionadas a la producción de vino permitió que el proyecto sea sustentable y sostenible, desde los orígenes en 2018. De esta forma por ejemplo, adquirir el descarte de fincas vitivinícolas: mallas o telas antigranizo, mangueras de riego y bidones de sanitizantes, fitosanitarios y agroquímicos; dio lugar a que se produzca la transformación y obtener postes para plantación de viña.
Responsabilidad social
La Fundación Impacto Ambiental es una de las vertientes que surgen a partir de la expansión de MPM. Este espacio surge como una manera de formalizar lo que se promovía desde la empresa: fomentar la educación ambiental. Leonardo señala “desde que formamos la empresa una de nuestras actividades recurrentes era ir a colegios, universidades, empresas a dar charlas sobre la importancia de la separación en origen, entonces pensamos que sería interesante formar una fundación que estuviera enfocada especialmente en la educación ambiental”. Una vez establecida, el marco educativo fue una de las ramas, ya que comenzaron a percibir que podía ser integradora de un montón de acciones que muchas veces por falta de formalidad empiezan a perder fuerza. Una de ellas es la “Campaña botellas de amor, de nuestra ciudad Mendoza de la cual éramos impulsores y busca colaborar con la Fundación del Hospital pediátrico Dr Humberto Notti a través de la recolección de botellas plásticas” amplía Cano.
Esta fundación es la que dio el puntapié inicial para que Madera Plástica Mendoza sea reconocida en 2020 como una de las 9 empresas Argentinas con mejores prácticas en Economía Circular por la Red del Pacto Global. Para los socios, ser parte de esta red y de Naciones Unidas es “un honor, un compromiso y una responsabilidad enorme que nos impulsa a pensar cómo ser mejores en esta tarea que veníamos haciendo” indican desde la empresa.
Cuidar el medio ambiente a través del reciclado es el fin que mueve a MPM, pero su función social y educativa es la base que permitirá encontrar un origen para tratar el problema ambiental que en este momento se perfila complicado de solucionar. Leonardo Cano se despide indicando que “la solución existe pero si no empezamos ya para las generaciones futuras va a ser muy difícil”.