Maldón: los juegos de mesa que ponen a prueba la creatividad

Una “empresa familiar de fanáticos de los juegos de mesa que hicimos de nuestra pasión nuestro trabajo” es la carta de presentación que utiliza Maldón, esta empresa dedicada a crear juegos de mesa que desafían la creatividad, dando una vuelta de rosca a los juegos clásicos que alguna vez en la vida jugamos todas las personas.

Para esta familia, el puntapié inicial tuvo que ver con una cuestión básica: “las ganas de hacer el juego que quisiéramos jugar”. Candelaria nos cuenta que “trabajaba en publicidad y estaba inmersa en ese ritmo intensivo de laburo que te absorbe. Un día frené y pensé: Si pudiera hacer lo que quisiera y no me importara la plata ni nada, ¿Qué haría? Mi respuesta fue: Un juego de mesa”. A partir de ese momento los hermanos se pusieron en marcha y explotaron su creatividad al máximo presentando ideas innovadoras en los tableros y cartas que van creando para cada propuesta.

A diferencia de los juegos tradicionales como el Scrabble o El Estanciero, los juegos de mesa que ofrece Maldón desafían y sorprenden continuamente a quienes juegan con ellos, que no siempre deben saber sobre una temática puntual pero sí deben razonar rápidamente. Para los creadores “cualquier cosa puede ser un disparador para un juego. Hay veces que primero tenemos un universo y lo volvemos juego como fue el caso del Camarero por ejemplo, donde quisimos hacer un juego con comida y pensamos las dinámicas que ocurren en ese universo y lo transformamos en un juego. Otras veces es una dinámica que pensamos en abstracto: formas, colores y números y luego le construimos un universo”. Lo importante para esta familia emprendedora al momento de desarrollar una nueva propuesta tiene que ver con pensar un “universo que acompañe la dinámica del juego, que resulte algo orgánico y no artificial”.

Lo importante para esta familia emprendedora al momento de desarrollar una nueva propuesta tiene que ver con pensar un “universo que acompañe la dinámica del juego, que resulte algo orgánico y no artificial”.

El Erudito fue la primera creación de Candelaria y sus hermanos, se trata de un juego de preguntas y respuestas en el que aborda diversas temáticas disparadoras como: ¿cuánto pesa un alfajor? o ¿cuántos kilómetros de costa tiene la argentina?. Pero sus juegos no se destacan sólo por la dinámica de los mismos, sino también en lo estético ya que todos se encuentran ilustrados por artistas como Liniers,Tute y Alberto Montt. Al ser consultados nos cuentan que “fue una decisión muy pensada y acertada. Creemos que los juegos de mesa tienen que ser objetos estéticos: proponen un universo de juego que tiene que acompañar y estimular la experiencia del juego. Las ilustraciones y el diseño gráfico de nuestros juegos fueron una característica que nos hizo destacar desde el principio”.

En Maldón continuamente se especializan en crear una experiencia única para las personas que juegan con sus juegos de mesa, cuidando la calidad de los mismos en todos los aspectos. Por eso plantean que “es difícil hacer un ranking de nuestros juegos porque tenemos un catálogo amplio y nos gusta mucho jugar. Es como que le preguntes a una madre que haga un ranking de cariño de sus hijos… Podría hacer un ranking de los más vendidos, pero tampoco creo que sea justo: hay juegos que están buenísimos y pero que son menos masivos”. Las opciones disponibles son más de 30 y por eso es posible “jugar en familia, de a muchos, de a pocos, con chicos, con grandes, etc. Cada grupo de personas tiene su recomendación especial”.

“Las ilustraciones y el diseño gráfico de nuestros juegos fueron una característica que nos hizo destacar desde el principio”.

Para Candelaria es “increíble producir los juegos que inventamos y tener nuestra `fábrica` de juegos, exportarlos, traer los juegos que nos copan de afuera”. Nos saluda indicando que el mayor éxito de Maldón es “haber crecido tanto haciendo lo que nos gusta”.