Celos patológicos: ¿qué son y cómo detectarlos?

Se habla de los celos desde épocas muy antiguas. Por ejemplo, en la reconocida obra de Shakespeare, Otelo, mata a Desdémona poseído por celos desmesurados. He de ahí que el Síndrome de Otelo es un delirio por el cual la persona que lo sufre está firmemente convencida de que su pareja le es infiel. Este comportamiento fue mutando (influenciado por la tecnología) y sumó un protagonista más: las pantallas.

Basta con un posteo, un “like”, para destruir una relación. Los celos son normales, es cierto. Los que no lo son se denominan patológicos que aumentan su grado de reacción frente a una sospecha o inquietud. Para esto, diversos especialistas los dividieron en categorías:

• Reacción emocional normal: es transitoria, no condiciona la vida de las personas.
• Reacción emocional desmedida: afecta, sobre todo, a las relaciones amorosas y puede que hayan existido o no situaciones previas de infidelidad. Son controladoras y pretenden que la otra persona despeje infinidad de dudas que nunca llegan a ser aclaradas.
• Celos como rasgo distintivo de la personalidad: son personalidades desconfiadas, suspicaces. Afectan todas las áreas: relaciones familiares, amorosas, trabajo, entre otras. Son frías, calculadoras, encuentran amenazas donde no las hay y están firmemente convencidas de que lo que piensan es una verdad absoluta. Se denomina Trastorno Paranoide de la Personalidad.
• Síndrome de Otelo: o también denominado celotipia. Trastorno delirante que convence, a quien lo padece, de que la otra persona le es infiel. Se apoyan en datos irracionales e invierten su tiempo tratando de hallar comprobaciones para confirmar sus sospechas.

En realidad, el término “celos” tiene dos significados: por un lado, recelo que se siente en torno a cualquier afecto que puede ser alcanzado por otro; y sospecha o inquietud de que la persona querida mude su cariño. En resumen: se manifiestan cuando una persona siente amenazado sus vínculos, de cualquier tipo: pareja, entre hermanos/as, compañeros/as de trabajo. Las tres emociones que experimentan con más frecuencia son ira, tristeza y miedo junto a otras como sentimientos de inferioridad e inseguridad. 

¿Cómo saber si mis celos son patológicos?

Los celos pasan de ser normales a patológicos cuando exceden el criterio de la realidad, no hay elementos reales que respalden esas sospechas. Cuando hay una situación así, lo primero que se trata de hacer es generar un acuerdo con la otra persona. Ahí entran en juego el afecto y el narcisismo.

Los celos pasan de ser normales a patológicos cuando exceden el criterio de la realidad, no hay elementos reales que respalden esas sospechas.

En situaciones cotidianas, por ejemplo, si hay dos personas conviviendo en una casa y se avisan a qué hora llegarán pero no lo hacen, lo más común es que una le envíe un mensaje a la otra para saber qué pasó. Eso es un acuerdo de rutina. Ahora, si se exigen que compartan la ubicación o se envían reiterados mensajes, se transforma en persecución. Hay casos extremos donde la pareja controla el kilometraje del auto de la otra o le revisan constantemente el teléfono. 

Los celos en la era de la tecnología provocaron que aparezcan a edades cada vez más tempranas. Las redes sociales y los dispositivos móviles potenciaron y crearon un escenario para que niños/as de 13, 14 años, desarrollen estas conductas. El peligro está en generar ese mal hábito que luego será complejo de erradicar.

La posesión absoluta

Cuando alguien manifiesta este estado, a menudo se acerca peligrosamente al odio. La otra persona no es una posesión, ni siquiera si es un/a hijo/a. La falta de confianza en uno/a mismo/a, la inseguridad y el miedo al abandono pueden apoderarse de una persona y ser una fuente inagotable de intenso sufrimiento. La celotipia puede conducir a la violencia física e incluso a la muerte del otro sólo por imaginar situaciones que no existen.

¿Cómo actúa una persona altamente celosa?

• Controlan permanentemente e incluso son propensos a revisar las cosas personales de quien es víctima de su conducta.
• Buscan indicios de engaño, mentira o cualquier elemento que pueda representar una amenaza para el vínculo.
• Discuten y plantean argumentos ridículos, fuera de lugar. Asumen una postura de detective.
• Se manifiestan corporalmente mediante tensión en el cuerpo, nervios, gesticulaciones, elevación de la voz con posible maltrato verbal o físico.

Si una relación se torna violenta, comunicate de manera gratuita las 24 hs., los 365 días, a través de un llamado al 144, por WhatsApp al 1127716463, por mail a linea144@mingeneros.gob.ar y descargando la app “Línea 144”.