Violencia de Género, respeto e igualdad desde la infancia

Más de 440 personas participaron del segundo encuentro del Ciclo de Charlas de la Fundación, un espacio abierto a toda la comunidad liderado por Dana Gómez, Lic. en Psicología con tres formaciones de posgrado, y Regina Grisolía, Lic. en Comunicación Social, Diplomada en Género y Derechos Humanos, escritora y periodista.

Las profesionales realizaron un recorrido contextual de la fecha establecida por Naciones Unidas para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas para su erradicación. “La violencia ejercida contra mujeres, personas del colectivo LGBTIQ+, niñas, niños y adolescentes es un problema estructural, un fenómeno que no se puede reducir a un único territorio, una clase social específica, religión, raza o etnia, es transversal y estructural”, enfatizó Regina. 

Para puntualizar sobre la situación del país, las disertantes profundizaron en la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres, sancionada y promulgada en 2009, que define a la violencia como “toda conducta, acción u omisión que, de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial., como así también su seguridad personal”.

Según la normativa, existen varios tipos de violencia (física, psicológica, sexual, simbólica, económica y patrimonial) que se manifiestan de diferentes maneras en los distintos ámbitos: violencia doméstica, institucional, laboral, obstétrica y aquella que corrompe la libertad reproductiva y mediática. “Un claro ejemplo de violencia institucional es cuando una mujer va a hacer una denuncia y no se la quieren recibir, se debe denunciar al Ministerio Público de la Acusación”, agregó la Lic. Regina Grisolía.

Las violencias invisibles

“Son aquellas que pasan desapercibidas y aún peor, son socialmente aceptadas”, afirmó Regina. Los comentarios machistas y el acoso callejero son algunos ejemplos de ello. “Al pasar desapercibidas como tales, van generando una condición de posibilidad para que sucedan y emerjan otras violencias más visibles”, agregó. 

Femicidios, expresión de máxima violencia

El femicidio, otro de los ejes de la charla que definieron como la más visible de las violencias machistas. Según el Observatorio de las Violencias de Género, “Ahora que sí nos ven”, hasta octubre del 2021 se produjeron en Argentina 213 femicidios, de los cuales el 66% fue cometido por parejas y ex parejas de las víctimas; 34 de ellas habían realizado al menos una denuncia y 21 tenían medidas de protección. Además, mencionaron que por lo menos 161 niños y niñas perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista en lo que va del año.

Si sufrís violencia de género, podés comunicarte gratuitamente las 24 horas, todo el año, a la línea 144, por WhatsApp al 1127716463 o por mail a linea144@mingeneros.gob.ar. 

La Lic. en Comunicación Social, Regina Grisolía, añadió que “sólo el 16% puedo acceder al sistema de justicia, sólo el 10% logró una respuesta de esta, sin embargo, fueron asesinadas. Por omisión, inacción, falta de recursos, negligencia o simple machismo las y los actores judiciales no asistieron y contuvieron de forma efectiva a las víctimas”.

¿Qué pasa con las infancias?

“Hay tipos de violencia que son ejercidas sobre las mujeres pero que, indudablemente, tienen una repercusión sobre sus hijos e hijas, los cuales también son víctimas de esa violencia de género”, dijo la Lic. en Psicología Dana Gómez. En este sentido, la especialista informó que “es fundamental un entorno que brinde un cuidado cariñoso y sensible, entendido como un ambiente estable donde se garantiza la salud y nutrición, protección ante el riesgo, y exposición a oportunidades de aprendizaje temprano”.

Respecto a las situaciones de abusos en la infancia, advirtió que “tanto en el ámbito familiar y educativo como a nivel opinión pública es importante hablar del tema para visibilizar, darles herramientas para que puedan defenderse y buscar ayuda ante una situación así, y garantizar la Educación Sexual Integral con perspectiva de género en todas las instituciones educativas”. 

La profesional destacó también que “las instituciones del mundo adulto tenemos la responsabilidad de promover infancias libres de violencias”.