Saludablemente

12, Enero 2021

La esencia de la naturaleza en la cosmética

Natural y sostenible, conceptos que nos inspiran e invitan a avanzar hacia un modo de vida que sea respetuoso con nosotros mismos y también con el medio ambiente. Esto es lo que se trae el mercado de la cosmética y la belleza; y en Vida & Salud nos propusimos conocer más sobre esta tendencia que toma como valor la sustentabilidad.

Cada vez más consumidores eligen la cosmética natural

Hace varios años que, desde el ámbito público y privado, se viene fomentando el cambio de conciencia con el objetivo de proteger nuestros recursos naturales y el medio ambiente. La sustentabilidad ha pasado a ser un tema de gran interés para las comunidades y también para las marcas que desde los diversos mercados y rubros buscan instalar la idea de empezar a vivir y consumir de una manera responsable.

La alimentación, la moda y hasta el turismo van hacia esta dirección a la cual, también, se suma el mundo de la cosmética y la belleza que incorpora lineamientos de protección ambiental y cuidado de la salud desde su concepción, producción y consumo. En este sentido, una cosmética sostenible es la que obtiene sus ingredientes de recursos renovables, que cuida el medio ambiente y protege la calidad de vida de las poblaciones implicadas en el proceso de obtención de los productos. Que apunta al manejo de conciencia respecto de la utilización de los recursos que se toman de la tierra, los procesos a los cuales se los somete y la obligación de que los desechos que se generen sean biodegradables. 

Por su parte, la utilización de componentes naturales en lugar de sustancias químicas aporta amplios beneficios, ya que al ser menos invasiva y agresiva que los cosméticos convencionales, es ampliamente favorable para nuestra salud y para planeta. 

Qué ofrece la cosmética sostenible

Los ingredientes naturales, libres de químicos y las formulaciones ecológicas y sustentables, son la base sobre la que actualmente se apoya la innovación cosmética verde. Sin embargo, este rubro también toma conciencia en otros puntos tales como:

  • No realizan pruebas en animales y no utilizan sustancias procedentes de animales muertos.
  • Reemplazan activos químicos por activos naturales: la extracción de aceites de distintas plantas y frutos es mucho más ecológico y también más saludable.
  • Reducen o simplifican el packaging, utilizando materiales reciclables o biodegradables.
  • No utilizan conservantes como los parabenos, colorantes o perfumes sintéticos, aceites minerales derivados del petróleo como las parafinas.
  • Hacen uso de emulsiones que provienen de materias primas vegetales.
  • Incitan a un comercio justo y responsable, con compromiso sobre las comunidades involucradas en los procesos.

Existen compañías certificadas como orgánicas porque elaboran sus productos con ingredientes naturales, respetan el ciclo de la naturaleza, están libres de químicos y su envase es biodegradable.

Natural, orgánico o vegano

A simple vista pueden parecer iguales, pero cada uno de ellos tiene sus propias fórmulas, ingredientes y materias prima que marcan la diferencia. La clave está en las etiquetas de los envases que nos ayudan a reconocer a cada tipo. ¿Cómo saber cuál es cuál?

La cosmética natural, orgánica o vegana, apuesta a un tratamiento profundo y sin prisa, entendiendo y asimilando las necesidades vitales de cada organismo

Los cosméticos naturales, son los que no contienen siliconas, conservantes, colorantes artificiales, parabenos, ingredientes de origen animal, óleo mineral, entre otros. Además, deben tener una mayor proporción de materias primas naturales y son ideales para pieles más sensibles y delicadas. La diferencia con los productos orgánicos está en que las materias primas pasan por un proceso de producción libre de agro tóxicos o fertilizantes. 

Por su parte, la opción vegana no tiene ingredientes de origen animal ni derivados como leche, cera de abeja, colágeno o gelatina. Generalmente, forman parte de marcas que apoyan el sello “cruelty free”, que no testean sus productos en animales.

Algunos de los componentes más utilizados para su elaboración son aceites esenciales, semillas de sésamo, miel, leche de almendras, arcilla, chocolate, extractos de frutos como palta, arándanos, coco y también jengibre, aloe vera, caléndula, entre otros. Hoy en día, podemos verlo en cremas para el cuidado de la piel del cuerpo y el rostro, champús, exfoliantes, mascarillas, acondicionadores; y también en maquillajes como sombra para ojos o lápiz de labios.

Esta tendencia, sin dudas, genera una conexión más cercana entre el cuerpo y la naturaleza, porque son productos más compatibles con nuestro organismo además de ser ricos en nutrientes, lo que nos aporta un efecto regenerador, reparador, nutritivo e hidratante a la piel. Además de ofrecer beneficios cosméticos, también ayudan a nivel mental y emocional debido a las propiedades aromáticas de las plantas medicinales que tienen en sus formulaciones.

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