12, Enero 2021
Bullying: el rol del adulto para la acción y la prevención
Hablar de Bullying es importante y conocer cuál es el rol del adulto referente frente a situaciones de acoso, aún más. Para ello, en Vida & Salud dialogamos con una especialista en la temática, Gisela Rugna, Licenciada en Psicología, capacitada en violencia escolar, malestar docente y disciplina positiva. Además, es cofundadora y coordinadora de “Hablemos de Bullying”, una Organización No Gubernamental (ONG) que se dedica a la prevención, abordaje y seguimiento del acoso escolar mediante diversas acciones dirigidas a la comunidad, incluyendo instituciones educativas y recreativas.
Para introducir la temática y entender el concepto, Gisela explica qué es bullying, diferenciándolo de conflicto. “El Bullying es acoso entre pares que tiene la característica de ser sostenido en el tiempo. Por ejemplo, en reiteradas ocasiones, me quitan el lugar en la escuela, no me invitan a jugar en el recreo, no me incluyen en el grupo de WhatsApp. En cambio, el conflicto ocurre en alguna ocasión, de forma aislada, es decir, un día un/a compañero/a se sienta en mi banco y discutimos por esa situación particular”.
¿Sólo se produce en la escuela?
“No. Hablamos de acoso entre pares ya que no se limita solamente al ámbito escolar. Puede ocurrir en distintos ámbitos como grupos religiosos o deportivos. Siempre donde encontramos grupos de pares puede suceder el bullying”.
El bullying, ¿se puede prevenir?
La intervención de los adultos es el primer paso para prevenir y acabar con el bullying. “En lugar de ser espectadores pasivos con frases como ´es cosa de chicos´,´ya va a pasar´, debemos convertirnos en un factor de protección. ¿Cómo? Escuchando, denunciando, resaltando ´esto no es gracioso´. Es imposible salir de una situación de bullying sin la ayuda de un adulto”.
También la profesional hace mención al trabajo en conjunto con las familias “porque los modelos de crianza son los que favorecen que se pueda presentar un hostigador o un hostigado. ¿Cuál es el modelo de crianza asociado a estos roles? El autoritario”.
Al identificar esta situación, ¿cómo se debe proceder?
“El adulto solo no tiene foco de responsabilidad en esto, sino que es de todos. Tenemos que dejar de buscar culpables y responsabilizarnos. ¿Qué es lo primero que tenemos que hacer? Siempre escuchar atentamente y no juzgar. Si soy mamá, papá o cuidador/a y el niño/a me comenta esta situación, lo ideal es poder comunicarme con la escuela y a partir de allí, desde el establecimiento, activar el protocolo”.
Respecto a la responsabilidad escolar, Gisela Rugna explica que “la institución debería intentar actuar dentro de las primeras 24 horas, eso es lo ideal. Dejar un registro, siempre manteniendo y respetando la confidencialidad respecto a la persona que habló de este caso, aún más si son menores. Luego, avisar a todo el plantel educativo de la situación que está sucediendo para que puedan prestar atención y eso no continúe; llamar a los padres o encargados/as por separado y, muy importante, realizar una entrevista con los alumnos/as por separado. Pero principalmente lo que debemos hacer es ocuparnos, no esperar a que esto continúe porque cuando nos enteramos de una situación de bullying no sabemos desde cuándo ocurre, si hace días, meses o años”.
“El adulto referente debe convertirse en un factor de protección. ¿Cómo? Escuchando, denunciando, resaltando ´esto no es gracioso´. Es imposible salir de una situación de bullying sin la ayuda de un adulto”
¿Cuáles son las acciones institucionales, preventivas y paliativas, que debe llevar a cabo el establecimiento escolar?
“Una de las principales estrategias que trabajamos desde ´Hablemos de Bullying´ para la prevención es trabajar los climas institucionales. Si lo abordamos y tratamos de convertirlos como un factor de protección, estamos favoreciendo la convivencia. En cambio, si no tenemos en cuenta este componente tan importante, estamos favoreciendo a que se generen de manera inadvertida episodios de bullying.
Y luego nos encontramos con una situación de violencia extrema y decimos ´¿cómo puede ser que esto sucedió?´, ´¿cómo llegamos a esto?´. La respuesta muchas veces está en el clima áulico, por eso reitero, una de las mejores estrategias de prevención que se deberían realizar en las instituciones escolares son las que apuntan al clima escolar”.
¿Qué impactos genera sufrir y/o hacer bullying?
“El bullying deja consecuencias a corto y largo plazo. A corto plazo nos encontramos con modificaciones en la manera de alimentarse, de dormir, de relacionarse con los demás. Se pueden presentar manifestaciones de ansiedad y, además, en los casos más graves podemos encontrarnos con depresión e intentos de suicidio. También tenemos que entender que esta ansiedad se puede percibir en todos aquellos que son espectadores, quienes se ven afectados por este estado.
Ocurre muchas veces que se puede presentar el doble rol, es decir, alguien que se constituye como hostigador, antes fue hostigado. Esta combinación es una de las más peligrosas, los denominados victim bullying que es, justamente, el doble rol. En el caso más grave nos encontramos que son estos adolescentes que terminan realizando justicia por mano propia. Como sentí que nadie me podía ayudar, termino siendo yo quien hace justicia por aquellas situaciones por las que sufrí tanto”.