Perros y golpes de calor: cómo detectarlos, tratamiento y prevención

Las altas temperaturas no solo afectan a los humanos, sino también a nuestras mascotas, especialmente a los perros. Los golpes de calor son una amenaza grave que puede tener consecuencias fatales si no se toman las medidas preventivas y de intervención adecuadas.

A diferencia de las personas, los perros no sudan para enfriarse; en su lugar, dependen del jadeo y del contacto con superficies frías para regular su temperatura corporal. Este mecanismo de enfriamiento es menos eficiente, especialmente en climas calurosos y húmedos, lo que los hace particularmente vulnerables a los golpes de calor.

Cómo saber si mi perro está pasando por un golpe de calor

Los síntomas incluyen jadeo excesivo, debilidad, vómitos y diarrea, temblores musculares, taquicardia y cambios en el color de las encías. 

Tratarlos a tiempo es vital para evitar que evolucionen a problemas más graves como hemorragias, problemas vasculares, neurológicos o respiratorios.

Qué hacer si mi mascota sufre un golpe de calor

Una visita o consulta al veterinario se impone como la medida más urgente. Mientras tanto, se puede bajar la temperatura corporal mojándola con agua templada y dejándola en un lugar fresco y ventilado. Es importante que la temperatura corporal baje de manera gradual para evitar shock.

Cómo prevenir golpes de calor en perros

Evitar paseos y actividad física entre las 11 y las 17 horas, cuando la radiación UV es más alta. 

Chequear la temperatura del piso antes de pasear: si no puedo apoyar la mano en el suelo durante cinco segundos sin quemarme, mi mascota no puede salir a caminar.

Priorizar actividades de olfato y exploración durante el paseo y evitar actividades más intensas como perseguir una pelota, correr o jugar con otros perros.

Asegurar que tenga sombra y agua constantemente a disposición.

Evitar dejar a los animales encerrados en un vehículo o en una habitación sin ventilación.

Los golpes de calor en perros pueden ser letales si no se abordan adecuadamente. La vigilancia y la acción rápida son clave para asegurar la salud y el bienestar de nuestros compañeros caninos durante los meses más calurosos del año.