Maternidad

12, Enero 2021

Rutinas de sueño infantil: estrategias para mejorar su descanso

Los hábitos saludables son fundamentales para el crecimiento de los niños, y un buen descanso es uno de los más importantes, ya que es vital para su desarrollo físico y emocional. El sueño adecuado influye en aspectos como el rendimiento académico y el estado de ánimo, siendo clave en su evolución neuromadurativa y emocional. 

Mientras los pequeños duermen, se producen cambios hormonales, bioquímicos y metabólicos cruciales para su rendimiento diario. Este proceso mental está íntimamente ligado a las experiencias personales y a la afectividad del niño, y conlleva una actividad cerebral intensa.

Durante el sueño se libera la hormona del crecimiento, se regeneran las células, se conserva energía, se fortalece el sistema inmunológico, se regulan los neurotransmisores y el cerebro se deshace de conexiones neuronales ineficaces, lo que contribuye a una mejor calidad de vida.

Según el Instituto del Sueño, se estima que entre el 25 y 30% de las visitas al pediatra están relacionadas con algún problema ligado al sueño.

Las rutinas de sueño se establecen desde la infancia, y los adultos tienen un rol clave en su gestión. ¿Cómo empezar? Es importante que los niños se acuesten siempre a la misma hora para automatizar así la cronobiología del sueño. Un buen descanso es fundamental para la memoria, la concentración, el aprendizaje y las relaciones emocionales. 

La falta de sueño puede provocar:

  • Problemas en el rendimiento y comportamiento.
  • Somnolencia durante el día.
  • Dificultades de atención.
  • Hiperactividad.
  • Irritabilidad, agresividad o comportamiento disruptivo.
  • Síntomas de depresión y ansiedad.
  • Dificultad para conciliar el sueño y levantarse por la mañana.
  • Vértigo.
  • Aumento del apetito y antojos de alimentos azucarados.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Signos de deterioro cognitivo, como la pérdida de la memoria.

Un buen descanso es fundamental para la memoria, la concentración, el aprendizaje y las relaciones emocionales. 

Consejos para favorecer el sueño de los niños

Mantener horarios regulares: acostar y despertar a los niños a la misma hora todos los días ayuda a regular su reloj biológico.

Establecer una rutina relajante antes de dormir: actividades como leer un cuento o disfrutar de un baño tibio preparan al niño para el descanso, promoviendo una transición suave hacia el sueño.

Limitar la exposición a dispositivos electrónicos: evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir es crucial para prevenir la interferencia de la luz azul en la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

Asegurar un ambiente adecuado para el descanso: la habitación debe ser oscura, silenciosa y tener una temperatura confortable para fomentar un descanso reparador.

Promover una alimentación equilibrada: mantener una dieta balanceada contribuye a la salud general y puede impactar positivamente en los patrones de sueño.

Fomentar la actividad física: realizar ejercicio durante el día ayuda a que los niños gasten energía, lo que les permite llegar a la hora de dormir más relajados y preparados para descansar.

Compartilo en: