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12, Enero 2021

Si hay violencia, no es amor

La violencia en los noviazgos adolescentes es una realidad que alarma. Según un estudio de la Fundación ANAR (organización española que ayuda a niños/as y adolescentes en riesgo) elaborado entre 2018 y 2022, el 63% de las jóvenes no son conscientes de estar siendo víctimas de violencia de género. Esto significa que no detectan las señales de conductas violentas que se producen en sus relaciones de pareja y, en muchas ocasiones, las justifican.

Los casos aumentan, las situaciones se vuelven cada vez más habituales. Jóvenes que normalizan actitudes de control y abuso en las relaciones. Mirar el celular, querer saber dónde está la pareja en todo momento, humillar, insultar, forzar una relación sexual no deseada, controlar las amistades.

Según un estudio, el 63% de las jóvenes no son conscientes de estar siendo víctimas de violencia de género.

Violencia y adolescencia 

Como informa ANAR, la violencia de género se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión. 

Es importante tener en cuenta que se manifiesta en todas las edades. Una de ellas: la adolescencia, una etapa clave en la formación de las personas, donde se construye la identidad y la personalidad y al mismo tiempo, es el periodo donde el individuo se encuentra más vulnerable a la presión del entorno más directo. 

Como consecuencia, resulta muy común que ante las primeras agresiones en el noviazgo no lleve al fin de la relación, sino por el contrario, se sostiene con el ideal del amor romántico que lleva a falsas ideas: “el amor todo lo puede”, “no se puede ser feliz sin pareja”, entre otras.

Tipos de violencia

El agresor puede ejercer la violencia de diferentes formas. Según los especialistas, existen señales de alerta ante los diversos tipos de violencia: 

  • Física: agresión directa a la víctima (empujones, golpes, quemaduras, arañazos, sacudidas, fracturas).
  • Psicológica: cualquier acto contra la integridad psíquica y emocional de la mujer y contra su dignidad como persona a fin de ejercer control sobre la pareja. Como ejemplo, insultos, amenazas, gritos, menosprecios y humillaciones, manipulación afectiva.
  • Sexual: es el intento de concretar una relación sexual, independientemente de la decisión de la mujer. Además, se incluye la solicitud de fotografías de tipo sexual y/o amenazas de su publicación en las redes sociales. 
  • Económica: el hombre obliga a su pareja a depender económicamente de él, impidiendo el acceso de la mujer al mercado laboral mediante amenazas o restricción física.

La prevención, el primer paso

La familia, las escuelas, tienen un rol clave. ¿Cómo? En primer lugar, a través de una educación centrada en valores de igualdad y respeto, además de brindar información de calidad sobre lo que se considera violencia de género para que sepan identificar y solicitar ayuda. 

Otro factor crucial: enseñar a padres, madres y tutores a saber identificar si su hija sufre de violencia de género prestando atención a determinadas conductas: alejamiento de sus amistades, se siente culpable si deja a su pareja, se reduce su rendimiento escolar, presenta problemas de salud como alteraciones en el apetito o en el sueño, habla poco sobre cómo se siente, entre otras. 

Una propuesta para conocer más sobre el tema

La Fundación del Grupo SanCor Salud invita a la comunidad a participar del encuentro virtual y gratuito “Adolescencia y violencia sexoafectiva” para abordar los tipos de vínculos que habitamos y cuáles son los componentes que los hacen saludables.

La charla se llevará a cabo el 23 de noviembre a las 11 horas y estará a cargo de Candela Mazzitelli, psicóloga con especialización en Estudios de Género y Educación Sexual Integral, y Camila Rivero López, Licenciada en Trabajo Social, ambas integrantes de la Asociación Civil “Preservate”.

¿Querés participar? Inscribite en https://acortar.link/7OzxXX 

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