12, Enero 2021
Gastronomía sostenible para un planeta más saludable
Al igual que muchas otras industrias y rubros, la gastronomía también se acerca al cuidado del medioambiente. Existen alternativas con un impacto amigable y positivo que buscan generar un cambio en los hábitos de consumo.
De acuerdo con la ONU, la gastronomía sostenible “es sinónimo de una cocina que tiene en cuenta el origen de los ingredientes, cómo se cultivan y cómo llegan a nuestros mercados y, finalmente, a nuestros platos”. Es decir que, una cocina con un enfoque o conciencia ambiental, no solo se trata de una buena comida sino que también implica cuidar nuestros recursos naturales y garantizar una continuidad de la actividad en el tiempo no perjudicial para el medio ambiente y la salud de las personas.
En los últimos años, esta nueva alternativa gastronómica se ha involucrado en todos los aspectos de la vida y muchas personas están optando por el consumo de ciertos alimentos que, además de aportar a una mejor alimentación, ayudan a la conservación de la ecología.
Tal como implica el desarrollo sustentable, este estilo de gastronomía toma en cuenta lo ambiental, lo social y lo económico; es decir que su proceso abarca el modo de producir los alimentos, su origen, packaging, transporte y la forma en que se utiliza en la cocina. Además, asume un compromiso con la reducción de la huella de carbono así como el respeto hacia las tradiciones culinarias de cada región y con las personas que cultivan los alimentos.
Según la ONU, la agricultura y la alimentación sostenible se basan en mejorar la eficacia en el uso, conservación, protección y mejoramiento de los recursos naturales, como elemento clave para la sostenibilidad de la agricultura; proteger y mejorar los medios de vida rurales para la equidad y el bienestar social; reforzar la resiliencia de las personas, comunidades y ecosistemas para una agricultura sostenible y aplicar mecanismos de gobernanza responsables y eficaces para la sostenibilidad de la alimentación y la agricultura.
A través de esta iniciativa y su creciente influencia, se ha logrado que la cultura gastronómica de las comunidades tenga un mayor respeto sobre la tierra y la alimentación así como ha generado un efecto positivo sobre la biodiversidad, el paisaje y el bienestar de las personas.
