12, Enero 2021
Comer emocionalmente: un hábito que puede cambiarse
¿Cuántas veces has sentido estrés, preocupación o ansiedad? ¿cuántas de esas veces comiste solo para sentir alivio?
En este contexto difícil, aprender a discernir entre hambre real y hambre emocional, aquella que es impulsiva y, como lo indica su nombre, nos hace comer según nuestro estado anímico, es la clave. Distinguir si es que comemos mucho como respuesta al hambre emocional, y en ese caso, evaluar cuántas veces al día y en qué ocasiones sucede. No es una tarea fácil, porque el hambre emocional suele ser una reacción inconsciente, impulsiva. Pero con atención lo podemos lograr.
Una vez identificada esta diferencia, lo ideal es organizarse y planificar para que nuestro plato siempre tenga verduras, ya que son una parte esencial de la alimentación saludable y ayudan a garantizar una ingesta de fibra dietética y micronutrientes. También contribuye a la prevención de la obesidad y de numerosas enfermedades.
El comer produce satisfacción inmediata y esto alivia nuestro malestar a corto plazo. Es decir, vamos en busca de comida, pero en realidad vamos en busca del placer que en ese momento nos concede la comida. Y, muchas veces, ésta no cumple su objetivo de alimentarnos, sino que la utilizamos para calmar la ansiedad momentánea.
Y, sino identificamos ese problema a tiempo, esa secuencia queda “grabada” en nuestra mente y comienza a repetirse. Entonces, puede ocurrir que cada vez que estemos ansiosos la mente nos haga recurrir a la comida para calmarnos.
¿Qué podemos hacer para controlar el hambre emocional?
-Establecer horarios para las cuatro comidas del día, que son los momentos en donde sabemos que vamos a dedicarnos a comer.
-Diseñar un menú semanal o quincenal.
-Comprar, en la medida de lo posible, lo justo y necesario.
-Crear una rutina en el sueño: tratar de dormir bien.
En caso de que estos tips no sean suficientes, entonces lo mejor sea hacer terapia de psicología o recurrir a algún nutricionista para que nos ayude con nuestro plan de alimentación.