Festejar en familia sin exigencias: bienestar emocional en las fiestas

Las fiestas suelen venir cargadas de expectativas: encuentros perfectos, emociones positivas y vínculos en armonía. Pero no siempre es así. Cansancio acumulado, historias familiares complejas o simples diferencias pueden hacer que estos días también resulten desafiantes desde lo emocional.

Claves para transitar los encuentros familiares sin desgaste

Bajar las expectativas: no todo tiene que ser perfecto ni todos tienen que estar bien.

Poner límites a tiempo: un comentario incómodo no obliga a una respuesta; cambiar de tema o retirarse también es cuidarse.

Respetar los propios tiempos: estar un rato puede ser suficiente.

Aceptar emociones mixtas: alegría, nostalgia o incomodidad pueden convivir sin problema.

Recordar que el autocuidado también es emocional: elegir cómo y con quién festejar forma parte de la buena salud.

Las fiestas no se miden por cuánto se sonríe, sino por cómo nos sentimos después. Y eso también cuenta cuando hablamos de bienestar.