12, Enero 2021
Día Internacional del Libro: por qué leer es bueno para la salud
El Día Internacional del Libro es la excusa perfecta para recordar cómo la lectura puede mejorar nuestro bienestar emocional, reducir el estrés y fortalecer nuestra salud mental.

Cada 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro, una fecha establecida en 1995 por la UNESCO y que tiene por objetivo fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.
Aunque este día se centra principalmente en el valor cultural de leer, es un hábito que también tiene un impacto directo en nuestra salud mental. La evidencia científica señala que dedicar unos minutos al día a la lectura puede ayudarnos a reducir el estrés, mejorar la concentración, fomentar la empatía y hasta prevenir el deterioro cognitivo.
Cinco beneficios de la lectura para la salud mental
Reduce el estrés: un estudio de la Universidad de Sussex demostró que leer durante solo seis minutos puede disminuir los niveles de estrés en un 68%, superando a otras actividades como escuchar música o tomar una taza de té. Este efecto se atribuye a la capacidad de la lectura para reducir la frecuencia cardíaca y relajar la tensión muscular.
Fomenta la empatía y la comprensión emocional: la lectura de ficción permite experimentar las emociones y perspectivas de los personajes, lo que puede mejorar nuestra capacidad para entender y empatizar con los demás.
Previene el deterioro cognitivo: leer regularmente fortalece las conexiones neuronales y aumenta la reserva cognitiva, lo que puede retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Alivia la ansiedad y mejora el estado de ánimo: de acuerdo con la psicóloga española Minaya Benavente, la lectura es una herramienta eficaz para reducir la ansiedad y promover el bienestar emocional. Al sumergirse en una historia, el lector puede desconectar de las preocupaciones y experimentar emociones positivas, lo que contribuye a mejorar el estado de ánimo.
Contribuye a una mejor calidad del sueño: incorporar la lectura como parte de la rutina nocturna puede favorecer un sueño más reparador. Leer en formato físico, evitando pantallas que emiten luz azul, ayuda a relajar la mente y preparar el cuerpo para el descanso, lo que es especialmente beneficioso para quienes sufren de insomnio o estrés acumulado.